Mujer indígena murió por negligencia médica horas después de su parto

Redacción/El Sol de Nayarit

Jueves, 27 de Octubre del 2016. 10:27:30 am

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Tuvieron que pasar casi dos años para que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) concluyera que el fallecimiento de una mujer indígena, horas después de dar a luz, había sido ocasionada por negligencia médica.

> Se trata del caso de Adelaida Nicolás León, quien pertenecía a la etnia amuzga y tenía 27 años de edad cuando falleció en un hospital de la Secretaría de Salud de Guerrero, el 30 de noviembre de 2014.

El expediente médico de Adelaida manifiesta que su embarazo había sido declarado como de alto riesgo, esto luego de que hace siete años había presentado preclamsia al tener a su primer hijo, por lo que fue monitoreada por expertos del Hospital General de Ometepec, Guerrero.

Durante el mes previo a su parto, la joven indígena acudió cinco veces a dicho nosocomio para ser valorada y el 29 de noviembre finalmente acudió desde temprana hora, ya con dolores de parto, para dar a luz a una niña.

Según el expediente, las propias enfermeras que la asistieron en el parto revelaron que la placenta no había sido completamente expulsada, siendo revisada por un médico hasta una hora después y tras la supuesta revisión el galeno escribió en su reporte que no quedaba ningún residuo y que Adelaida evolucionaba normalmente.

Pero horas más tarde, la madrugada del 30 de noviembre, la madre de Adelaida, que se encontraba en la sala de espera, fue llamada por las enfermeras para que limpiara a su hija, porque estaba “haciendo feo”.

Cuando la señora Agustina, madre de Adelaida, llegó a su lado, su hija convulsionaba y presentaba una hemorragia entre las piernas.

Agustina denunció que las enfermeras se negaron a brindarle ayudarla porque “estaban enfadadas con la paciente, ya que (aseguraron que en el pasado) habían tratado partos de chamacas de 12 años, y que Adelaida ya estaba vieja para que hiciera eso”. Además se burlaron de que la joven indígena fuera madre soltera, usaron un celular para grabar las convulsiones que sufría, y luego se alejaron.

La señora Agustina comenzó a gritar y fue cuando un especialista se acercó, mientras ella salía a avisar a sus familiares sobre la emergencia, sin imaginar que al regresar le informarían que Adelaida ya había fallecido “porque se le había subido el agua de la fuente a la cabeza”, según le dijo el encargado del hospital.

Pero la señora Agustina considera esta versión una mentira y una burla, pues más tarde se revelaría que Adelaida murió por un “cuadro de placenta incretada”, es decir, por los restos de placenta que quedaron dentro de su útero tras el parto y le provocaron la mortal hemorragia.

A dos años de la tragedia, la CNDH determinó que las autoridades de Salud de Guerrero –en particular los servidores públicos que la atendieron en el Hospital de Ometepec– violaron distintos derechos de Adelaida y de su hija recién nacida, a quien incluso le dislocaron un bracito durante el parto.

La dependencia identificó varias anomalías en el propio expediente que detallaba la atención que la joven indígena recibió, como que se omitió inscribir distintos rubros básicos, como el ritmo de las contracciones uterinas, la altura del fondo uterino, o síntomas como la fiebre que presentaba, entre otras.

Todos estos datos que fueron omitidos eran “de vital importancia para la adecuada vigilancia del parto, determinó la CNDH.

A pesar de todas estas anomalías la CNDH no ha revelado el nombre del doctor que atendió el parto de Adelaida, pero lo describe como un “médico interno de pregrado”, es decir, “aún en formación”, quien “no fue supervisado por personal capacitado o por el Jefe de Servicio de la Unidad Hospitalaria” durante la atención Adelaida.

Según lo reportado por el medio Animal Político, el médico titular sólo acudió a valorar a la mujer cuando ya presentaba una hemorragia “abundante vía transvaginal” y más tarde admitió que aunque firmó el reporte de la revisión, el mismo practicante que la había atendido desde que llegó al hospital fue la que colocó un “tapón vaginal de gasas quirúrgicas”, sin retirar los residuos de placenta que estaban provocando esa hemorragia.

Y a pesar del abundante sangrado, en ningún momento Adelaida recibió transfusiones sanguíneas.

Fue este de octubre cuando finalmente la CNDH presentó las conclusiones de su investigación, enumerando todas estas irregularidades, y anunciando que presentará una nueva “denuncia de hechos” ante la Fiscalía estatal.