Ramón Larrañaga Torróntegui
Miércoles, 1 de Julio del 2015. 9:45:06 pm
Letra más grande
Existe una tendencia creciente a involucrar a niños en la explotación sexual, preferentemente en las fronteras y puertos turísticos, siendo los más fáciles en enganchar aquellos que viven en la miseria, venden periódicos en las esquinas, lavan vidrios de carros, han escapado de sus casas y no disponen de otra fuente de ingresos que el intercambio de favores sexuales por dinero. Aunque existen mercados de prostitución infantil en todo el mundo, sus clientes suelen ser los norteamericanos conocidos como el nuevo turismo sexual, quienes se apoyan en los encargados de hoteles, taxistas, etc... Las mujeres y los niños pobres se han incorporado con frecuencia en esta actividad obligados por la presión económica. Anteriormente las trabajadoras sexuales, procedían de estratos sociales bajos y oportunidades limitadas, ahora son chamacas de cualquier nivel social, y su servicio sexual lo ejercen desde el teléfono celular o en su área de estudio (Bachillerato/ Universidad).
La prostitución está muy difundida en México, es muy común. A menudo estas mujeres son personas cultas, hábiles bailarinas, cantantes, compositoras y poetas que buscan un lugar político en las artes, y por ironías de la vida, quedan como amantes esperanzadas en un puesto prometido. Las prostitutas del nivel superior (hetairas) se reúnen en salones con los políticos y pueden llegar a alcanzar poder e influencia. En la Roma las esclavas, capturadas por las legiones romanas, eran obligadas a residir en burdeles urbanos o eran explotadas por los dueños de las casas donde trabajaban, actualmente, las residentes de los burdeles han sido desplazadas por las mujeres en sus lugares de trabajo (meretrices), antes eran vigiladas por el Estado, ahora el estado les obliga a sujetarse al capricho del patrón debido a que una demanda por acoso degrada a la mujer en las juntas de conciliación y arbitraje amen de durar mínimo 5 años una resolución (Laudo), haciéndolas abdicar de todos sus derechos civiles y a pagar el fuerte precio del desprecio laboral.
Es tiempo que las mujeres hablen de su condición actual en una sociedad como la nuestra, que no ha asumido ningún compromiso ni oportunidad en torno al sexo femenino y su aportación al mejoramiento y transformación de la realidad social; es lo pendiente en cuanto rezagos se refiere. El tema de la mujer se aborda en todos los tiempos; por todas las administraciones, quedando en meros discursos históricos mientras ellas continúan en la misma situación.
Si de educación se trata, la discriminación que el sistema educativo hace a la mujer a través de sus contenidos y prácticas pedagógicas es verdaderamente vergonzantes; si lo vemos desde el trabajo, su opción reafirma la discriminación, si bien es cierto existe igualdad de oportunidades pero la tendencia es menor sueldo, mayor presión psicológica, daño moral, sumisión en donde su nivel no va acompañado de su preparación ni mejora de salario, pero esta situación también alcanzo al sexo masculino. Agréguese a esto el problema que significa tener un jefe con desviación sexual y aplica la costumbre tradicional Si el jefe macho, lo hace, porque yo no.
La expectativa de vida de la mujer es superior produciéndose el fenómeno de que existen mayor número de viudas las cuales en su realidad, sus condiciones para sobrevivir se vuelven más desfavorables en cuanto a calidad de vida. vivir de la pensión irrisoria Si centramos la atención en la gestación, parto y prestaciones relacionadas con la maternidad; los patrones les pagan lo mínimo al registrarlas ante el IMSS y deben sujetarse a ganar 80 pesos durante este periodo, además si hablamos de campañas anticonceptivas las hacemos responsables del aumento en la población y las intoxicamos con toda clase de anticonceptivos como si ellas fueren las únicas responsables de quedar embarazadas, a modo de si los niños fueran obra del espíritu santo. ¿Asomemos a la realidad?
El hombre les transmite las enfermedades infecciosas, cáncer de mama y útero por consumo de anticonceptivos, las anemias, complicaciones en la práctica de abortos, violaciones, acoso sexual, violencia intrafamiliar. El desempleo y el subempleo, circunstancia que les deja sin seguridad social o la prostitución laboral, trabajando en puestos mal remunerados y con patrón mañoso. Dentro del ámbito familiar, es la mujer niña la que se encarga de ser la gata La chacha sin paga. Lo dijo, Francois Fourier, "todo cambio en una época histórica puede medirse por el progreso de las mujeres hacia la libertad". O Norberto Bobbio señaló, que la mejor forma de medir el avance de una sociedad es analizando la condición de las mujeres.
Si bien es cierto que las mujeres han avanzado en participación política, también es cierto que hombres y mujeres han avanzado en el viejo mal necesario que aqueja a las sociedades pobres como es la prostitución, lo que anteriormente se realizaba exclusivamente como acto lucrativo. Esto se da en ambos sexos y los servicios pueden ser heterosexuales u homosexuales, aunque a lo largo de la historia esta actividad había sido protagonizada preferentemente por mujeres (con clientes masculinos), como reflejo económico de la necesidad de comer la profesión más antigua del mundo, pasa en la crisis, a manos de los hombres y mujeres que se dicen liberadas a esquemas de control heterosexual.
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