MC Ramón Larrañaga Torróntegui
Martes, 23 de Agosto del 2016. 3:01:42 pm
Letra más grande
El momento más difícil es cuando tienes que decir adiós a la persona que amas. Lo sabes y no lo quieres aceptar, vives con la ilusión de que vuelva a ser todo como antes, poco a poco te vas dando cuenta que uno sólo no puede estar dando sin recibir y al final decides tirar la toalla a pesar de seguirla queriendo y saber que estar en pareja con ella, no es lo que esta sucediendo. Vivir en un infierno en un mar de dudas sin esperanza al ver que jamás cambia de actitud y que muy por el contrario se acentúa esa lucha inacabable.
Hay que saber escoger, si deseas vivir feliz, no hay razón para que complicar tanto la vida estando el suelo tan parejo. Cuando se va acabar las actitudes lo van señalando, entonces para que esperar tanto tiempo, si sabes que el final del camino siempre estará esperando y a su final solo encontraras sufrimiento. Para amar hay que amarse a uno mismo antes que a otra persona y no dejarse llevar por la mortificación en sentirse sola.
Si bien es cierto en toda relación, hay días buenos y malos en donde se pierde la libertad, la sinceridad queda plagado en falsedades sin saber o sabiendo el ¿Por qué? Existe un adiós que deja tristeza y al mismo tiempo nos nutre al sentirnos íntegros después de que se marcha. Cuando nos negamos a soltar predomina el sufrimiento, el temor. Es un estancamiento en la tranquilidad.
Si, se está soltero, hay que aprovechar ese espacio de tiempo al máximo para conocer a cuanta muchacha (o) se te presente, ya verás que cuando menos lo pienses aparecerá la persona adecuada, la que te merezca y comprenda. Es difícil que una persona cambie, si en esos momentos le encuentras los defectos que detestas no esperes que los cambie, es mejor que sigas buscando Nadie cambia Hay que aprender a disfrutar la vida como somos Acompañados o solos (as) Estando dentro en una relación; no hay vuelta atrás Nadas o te ahogas te marchas o te haces daño.
El fracaso amoroso es un reconocimiento del error de estar junto a quien no comparte la vida como el otro la ve, es aceptar o negar los defectos del otro. Es reconocer el problema, plantearlo y pensar en su solución, ¿Para qué seguir? Si bien es cierto hay que luchar por lo que se quiere, pero no luchar por quien no te quiere (Masoquismo) Una cosa es lo que usted demuestra y otra distinta en cómo se lo demuestran a usted ¿Merece la pena vivir así?
Más tarde que temprano todas las cosas caen por su propio peso y no hay que esperar a que nos aplaste. Una cosa es que por cierto criterio diferente no se pongan de acuerdo y que las cosas se pongan difíciles y otra es estar tratando en corregir defectos ajenos.- Si, la relación se acaba Debe morir para siempre Dejar que el otro viva su vida y no estar pensando a cada rato en ¿Como rehacer esta relación? cuando su futuro no cuenta con nada y es mero egoísmo el tratar de encontrar una justificación más.
Cotidiano es pensar que dejar una situación molesta es un fracaso y ese sentimiento lo llevamos escondido en forma inexplicable. En el fondo nos produce cierto temor platicarlo, sin saber que la esperanza siempre esta activa en espera y cuando menos se espera llega. Al ser positivo sabemos que las cosas por algo pasan y la experiencia puede servir cuando se sabe aquilatar para escoger mejor lo que se busca. Quien se queda en el pasado se va ahogando por eso es importante quemar la nostalgia y tirarla al olvido sin estar buscando explicaciones de los porques ¿Para qué desenterrar muertos cuando sabes que no podrás caminar con ellos?
Se puede estar sin pareja pero no solo, siempre habrá alguien que esté dispuesto a compartir esa soledad, alguien que nos quiera. Esa soledad nos permite crecer para aprender a querer a otra persona y saber que la ocupamos en nuestra vida. Nos permite elegir mejor, estar con quien deseamos estar. Fortalecer las emociones y dejar en andar como veleta para donde sople el viento.
Vendrá el momento en que tengamos que tener una decisión firme en donde cumplamos ese compromiso que tanto miedo nos produce, esa palabra llamada Compromiso serio que es como epidemia a la que todo mundo le corre y contra la que no existe vacuna alguna, pero con quien hagamos la vida, depende de uno mismo, de quedarse igual. En dar lo máximo depende del otro, se pueden torcer las tuercas en el camino depende de los ajustes tan fuertes que uno de los dos haga y el de saber irse a tiempo es cosa de ambos. Siempre la moneda está en el aire y cada uno escoge ser una sola cara o dos. Todo tiene su momento, el hacerse maduro es aprender a dejar que las cosas caigan por sí solas en su lugar. No se trata de apretar más fuerte que el otro para demostrar quién es el que manda, eso es falta de respeto lo único que importa es como te tratan, como te sientes, como te besan, tocan, acarician sin miramientos.
Siempre serán dos los que besan, abrazan, acarician y no uno el que siempre espera lo hagan. Hay que abrazar y besar como si fuera el último de ellos, hasta dejarlo (a) sin aire, darle besos. Demostrar que nos importa, que nos consuela su compañía, que su presencia es imprescindible. No importa que nos veamos lerdos.
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