Filosofía Marismeña

Volver a empezar

Mc Ramón Larrañaga Torróntegui

Miércoles, 26 de Octubre del 2016. 6:45:42 pm

Letra más grande

Hay siempre algo dentro de cada uno de nosotros que te hace desear cosas mejores, que no te da un momento de paz, de descanso. Ese "algo" dentro de nosotros nos repite sin cesar que puedes hacer todo lo que quieras hacer, que puedes ser todo lo que quieras ser, que puedes tener todo lo que quieras tener.

A ese algo unas personas le llaman “Ambición/Voluntad” Ese algo cuando se enlaza con el atrevimiento en ser lo hace a uno ir adelante siempre hasta que sientas que el triunfo ha llegado.

Ese algo hace que el corazón palpite más de prisa a la sola idea del éxito, el que hace que el rostro palidezca ante la sola idea de fracaso.

Es un demonio interno que vive sediento y al que nada puede vencerlo.

Busca lo que desea y aprende el cómo obtenerlo, no es la voluntad sola, sino enamorada y enlazada con el deseo. Es el deseo de toda vida el que domina.

El que exige cuentas con un empleo, con influencia, casa, familia, responsabilidad, es el que te exige que deba viajar, el que te contradice y señala que no estás produciendo nada, que estas malgastando el tiempo, que los sueños no se logran en esta forma.

Recurrente mente volvemos hacer lo mismo pensando que las personas olvidan lo que les hicimos, que no aprenden y es fácil que olviden.

Nos vamos y volvemos al tiempo como si nada hubiera pasado, como si el único plan de vida que existe es el nuestro. La prosperidad trae felicidad, la escáses expulsa la satisfacción y se apodera de la incertidumbre.

El ciclo de la vida es un constante unir y desunir, un pensar que se gana o se perdió.

Creamos lazos con padres y madres, hijos, parejas, amigos, compañeros y vecinos. También lo hacemos con nuestra tierra, con nuestra casa y nuestro trabajo. Pero de estas relaciones salen también rupturas, distanciamientos, transformaciones, amores, desvarío, sufrimientos. Romper con una etapa anterior es parte del ciclo vital.

En el transcurso de la vida cada separación o fracaso nos va dejando marcas, pero son las que nos van modelado, enseñado y nos han ayudado a crecer, son las que nos han convertido en aquello que somos; superarlas nos permitirá crecer y ese trayecto siempre es en sentido ascendente.

La prosperidad no siempre se siente como felicidad.

Por la mañana te sientes feliz, vas camino al trabajo y un hecho inesperado o no controlable hace que se evapore la felicidad y explote el coraje.- Somos lo que hacemos, pensamos, comemos, escuchamos, lo que la gente que nos rodea nos transmite.- Si compartes tu tiempo con pesimistas, terminas siendo eso- Lo que sí es elemental que es que hagas lo que te gusta, lo que te apasiona.- No necesitas estar pensando en cómo hacerte rico, simplemente paga lo que debes y desempolva tus sueños, trata de llevarlos a cabo, ponlos en movimiento para que sucedan.- Por cada vez que dejes que el miedo te gane, es un paso atrás, es una barrera que impide puedas agarrar vuelo.

Si te pones a esperar o, esperas que las cosas se den por si solas te vas a hacer viejo, terminaras frustrado pensando que siempre estuviste listo y la oportunidad no llego. Sentirte bien, depende ti.

Todos los días están haciendo antesala para que te des cuenta que el único responsable de lo que te está pasando, eres tú.

Las personas pasamos deprimidas, sumidas, amargados con una vida apagada en la soledad tan solo recordando".

Somos ego centrista al pensar que todas las personas deben girar alrededor nuestro y deben tener tiempo para nosotros. Nos molesta que no nos reconozcan los logros, que la familia no nos tome en cuenta, que alguien nos trate mal.- el hecho es: Nadie está dispuesto a dejarse atropellar en su dignidad.

Hazte participe de tu realidad, para que puedas reclamar. Ama a tus hijos y esta es una forma de ocuparte de ellos, toma esta decisión. Hazlo ahora, quizás mañana ya no tengas tiempo.

Abraza a las personas como si solo fuera la única en este mundo, como si nadie los vea, como si nadie importara alrededor.

Abrázala como si quisieras consolarla, como si quisieras demostrarle cuanto te importa, cuanta falta te hace el tenerla cerca.

Un abrazo transmite energía, fortaleza, seguridad, amor.

Date ese gusto en abrazarla sin morbo, sin esconderte de nadie. Abrázala como si te diera miedo que se separe de ti, como si no quisieras perderle, como si dejar de abrazarla significase no poder estar juntos nunca más.

¿Qué hacer cuando te das cuenta de que no salió como estaba previsto y que nunca será como soñaste? ¿Y cuando te la jugaste a un “todo o nada” y salió un enorme vacío ¿Volver a empezar?.

Lo más fácil es alejarte, esconderte, correr “Te vas” Una y otra vez lo vas haciendo con una persona y con otra a sabiendas que te importa, que sufres el dejarla, pero te vas y luego vuelves aparecer en su vida deseando que ella lo vea como si nada hubiera pasado, como si el tiempo no existiera. Regresas trabajando en actitudes como una persona encantadora, divertida, que considera el fuego anterior quedo apagado, pero al tiempo vuelves hacer lo mismo en peor manera.