Conjeturas

Desertores del PRI

Francisco Cruz Angulo

Lunes, 16 de Enero del 2017. 5:40:47 pm

Letra más grande

Lo que era un rumor a voces entre los seguidores cercanos al ex senador de la república Lic. Raúl Mejía González de que en esta semana el aspirante priísta a la gubernatura de Nayarit podría aceptar la candidatura por el partido Movimiento Ciudadano lidereado desde sus orígenes por el veracruzano Dante Delgado pues bien, ayer por la mañana el comité ejecutivo estatal y el delegado nacional de ese partido acudieron a las oficinas de Raúl Mejía González para proponerle la susodicha candidatura.

Después de un breve encuentro el ex legislador nayarita solicitó el plazo de una semana para considerar su propuesta.

Creo que esto de postergar su decisión de aceptar la candidatura es pura faramalla.

Mejía González desde el momento que amenazó a la dirigencia estatal y nacional del tricolor de que si no era postulado como su candidato abandonaría su larga militancia aduciendo que no había piso parejo en la competencia interna. La respuesta fue obvia cuando el mismo dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza señaló durante un acto público en la sede de ese partido que las puertas estaban muy abiertas para quien quisiera salir o entrar a ese partido.

Fue así como Raúl Mejía no le quedaba de otra más que postularse por la vía independiente o a que un partido con registro lo postulara como su candidato a gobernador. De allí que no sea una sorpresa que el partido Movimiento Ciudadano le preste su registro para que el ex alcalde de Tepic pueda cumplimentar su aspiración de competir por la gubernatura de Nayarit.

Está consiente que con esta decisión se juega el todo por el todo, es decir su larga carrera política en las filas del Revolucionario Institucional (PRI) por medio del cual lo llevó a ocupar altos puestos en el servicio público estatal y federal.

¿Qué tanto dañará la unidad interna en el tricolor en Nayarit la deserción de miles de seguidores del Lic. Raúl Mejía?.

Por la respuesta de la dirigencia nacional del PRI parecen que la minimizan al no darle tanta importancia a su alejamiento del partido.

Es más algunos dirigentes priístas hasta lo consideran positivo al tener la certeza de que entre más candidatos haya en la competencia dispersará el voto y en la medida que se disperse el voto mayores probabilidades tendrá el candidato a gobernador del PRI para ganar la elección porque es el único partido que tiene una poderosa maquinaria electoral en todos los rincones de la entidad.

¿Qué probabilidades tiene de ganar la elección Mejía González? Considero que no son muchas. No puede borrar de un plumazo de la noche a la mañana su pasado priísta aun cuando ahora su discurso de campaña sea furibundamente antisistémico y en contra de la actual clase gobernante. Se le olvida que él formó parte de esa élite durante décadas.

Por otro lado arrastra la sombra defenestrada de Ney González. Será su cuñado incómodo.

Ahora bien a quienes podría beneficiar la deserción de Raúl Mejía del PRI serán a los integrantes del frente amplio opositor integrado por el PAN, PRD, PT y Encuentro Social siempre y cuando esa alianza de partidos postule a un buen candidato, a un creíble y objetivo programa de gobierno y que las dirigencias estatales de esos partidos no se enfrente en una disputa agresiva en el reparto de las candidaturas a presidentes municipales, regidores y diputados locales.

Si tomamos en cuenta que para la próxima competencia a gobernador habrá varios candidatos entre otros, Manuel Cota Jiménez por el PRI, el Dr. Leopoldo Domínguez o Antonio Echevarría García por la alianza, el Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero por MORENA, el Lic. Raúl Mejía González por el Movimiento Ciudadano e Hilario Ramírez Villanueva ?Layín? como candidato independiente los resultados de la elección podrían ser patéticos para nuestra entidad.

Si no se estimula la participación ciudadana para que salga a votar en los comicios de junio próximo existe el riesgo de que el próximo gobernador del estado sea electo por abajo del 25%.

Tendríamos un gobernante electo por una minoría y sin la fuerza política suficiente para concretar su proyecto de gobierno.

Ante este panorama el futuro de Nayarit es incierto. Se dificulta la gobernanza cuando la mayoría de los ciudadanos no le de legitimidad en las urnas a quien ocupe la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal.