Conjeturas

Cota Jiménez muestra su músculo político-electoral

Francisco Cruz Angulo

Lunes, 6 de Febrero del 2017. 8:34:08 pm

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Ayer lunes por la mañana Manuel Cota Jiménez aspirante a gobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) encabezó una marcha multitudinaria de militantes y simpatizantes provenientes de todos los municipios de la entidad con el propósito de que lo acompañaran a registrarse oficialmente como precandidato a la sede estatal del tricolor.

Esta marcha popular se inició en el cruce de la Av. México y Proyecto y gritando consignas de apoyo a Cota Jiménez desfilaron a lo largo de la avenida México, por la avenida Allende hasta en la explanada de la sede estatal de ese partido al oriente de esta capital.

Más tarde acompañado por los dirigentes de los sectores del PRI, CNC, CNOP y CTM así como dirigentes de otras organizaciones priístas, legisladores y presidentes municipales se presentaron ante la comisión estatal de procesos internos a entregar la documentación que exige la convocatoria para inscribirse como precandidato de ese instituto político a la gubernatura de Nayarit.

Una vez que cumplió en tiempo y forma el requisito correspondiente el aun líder nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en la explanada aledaña agradeció a sus miles de seguidores su participación a este gran evento político-electoral y se mostró convencido que una vez electo candidato no tiene ninguna duda que con el apoyo de los nayaritas y la unidad del partido ganará la elección constitucional.

En principio se puede decir que el hecho de haber movilizado a miles de militantes y simpatizantes a su registro como precandidato demuestra de una bien articulada organización de la estructura territorial que viene construyendo Cota Jiménez a lo largo y ancho de nuestro estado.

Como propaganda electoral este tipo de manifestaciones públicas aun por multitudinarias que sean no siempre garantiza el triunfo de los candidatos el día de la elección constitucional.

Señalo algunas razones: una, cuando esas multitudinarias marchas no son espontaneas sino más bien forzado por presiones de caducos cacicazgos gremiales más tarde se les revierte conduciéndolos a la derrota.

Este tipo de eventos fallidos los pudimos constatar en la competencia interna del PRI en las elecciones a gobernador en el 2005.

Recordemos que durante la competencia interna por la candidatura del tricolor el ex senador de la república Gerardo Montenegro encabezó una marcha de más de 12 mil personas al cierre de su campaña interna. El gremio magisterial y seguidores de Gerardo se ufanaban por distintos medios su capacidad de movilización que les garantizaría el triunfo frente a sus opositores Ney González Sánchez y el Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero.

Guardo en mi memoria aquella fotografía que fue tomada cuando en la sede oficial del tricolor Gerardo Montenegro le alzó la mano al Dr. Navarro Quintero como ganador de la contienda interna. Sin embargo una vez que se realizó el conteo total de voto emitidos en las urnas para su sorpresa el ganador fue Ney González Sánchez.

Pocos días después luego de sus impugnaciones al proceso de elección interna por considerarlo amañado y que no tuvieron eco en la comisión de procesos internos el Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero decidió renunciar a su militancia priísta y aceptar la candidatura a gobernador que le ofreció el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

El Dr. Navarro Quintero tuvo tal arrastre popular que estuvo a punto de ganarle la contienda electoral a Ney González por escasos puntos porcentuales. Desde entonces ambos personajes de ser compadres terminaron como furibundos adversarios políticos.

Otro ejemplo más cercano que nos indicó el declive del voto corporativo fue durante la competencia interna del tricolor en el 2011 cuando por medio de una encuesta ganó la candidatura a gobernador Roberto Sandoval por un amplio margen en las preferencias del voto de Gerardo Montenegro y Raúl Mejía González.

Ambos políticos hicieron una alianza para tumbar la candidatura de Roberto Sandoval señalando que había sido una imposición de Ney González. Como fue infructuosa su descalificación a Roberto Sandoval el Lic. Raúl Mejía optó por replegarse y aceptar el fallo del comité ejecutivo nacional de su partido mientras que Gerardo y Liberato Montenegro y gran parte del magisterial federal agrupado en la sección 20 decidieron apoyar la candidatura de la señora Martha Elena García esposa del exgobernador Antonio Echevarría Domínguez en sus aspiraciones a gobernadora del estado por el Partido Acción Nacional (PAN).

El desenlace de la elección del 2011 todos la conocemos: Roberto Sandoval sin el apoyo del grupo magisterial de la sección 20 ganó las elecciones por más de 225 mil votos, en tanto que la panista Martha Elena García recibió el voto de poco más de 85 mil ciudadanos y el perredista Guadalupe Acosta Naranjo apenas alcanzó la suma de 55 mil votos.

¿Cuál es la lección que deben sacar los candidatos a gobernador de los dos ejemplos arriba señalados?.

Uno, ningún candidato debe confiarse en los resultados relativos de encuestas de opinión o en las grandes manifestaciones públicas de supuesto apoyo popular.

Quien se lo crea pierde el piso de la realidad. Hoy en día ya no es funcional el voto corporativo, ni la entrega de dadivas en las campañas de proselitismo electoral ni las costosas manifestaciones públicas.

En esta situación de crisis económica y una profunda desconfianza y pérdida de credibilidad a los partidos políticos y a la clase gobernante por tantas acciones de corrupción e impunidad los electores son propensos a otorgar su voto al candidato que ofrezca resultados concretos; que su biografía personal esté avalada por una intachable conducta como servidores públicos.

Añadamos a lo anterior una bien organizada estructura territorial en la que participen liderazgos de buena reputación pública que posibiliten movilizar a los electores a sufragar en cada una de las casillas electorales instaladas en todos los municipios del estado.

Por cierto la cuasi candidatura de Cota Jiménez por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) será apoyada por una alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y con el Partido Nueva Alianza (PANAL), según trascendió en los círculos oficiales de esas dos organizaciones políticas.