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Filosofía Marismeña

Sentimientos

Ramón Larrañaga Torróntegui

Domingo, 19 de Febrero del 2017. 4:54:22 pm

Letra más grande

Alguien dejo dicho para la posteridad "Para merecer, hay que sufrir" Claro: Lo menos deseable es llegar a sufrir como lo es encontrarte en fuego cruzado entre las pasiones y el amor traicionado. En cosas de amor la vida se vuelve desgastante cuando se pierde y soberbia cuando se gana. El bueno pierde y el malo hace de las suyas, llegando incluso a burlarse de la persona que lo ama. A decir verdad.- No, existe jamás victoria.- Desgastar la dignidad por alguien que no vale la pena nos vuelve temerosos y perdemos el sentido en la vida al impregnarnos de una lejana esperanza en que "Algún día", aquella persona se arrepentirá o le pagaran en igual moneda de cambio otra persona a la que verdaderamente este ame.

Caminamos por el sendero del amor en busca del ideal de persona que deseamos conseguir y vamos creando falsos ídolos que desengañan ?Esperando siempre? o justificando en las lecciones que la vida nos envía para aprender a ser fuerte.

Si, la juventud supiera, si la vejez dejara en lamentarse por lo no hecho, el significado del mañana seria más claro, la vida se viviría a plenitud y la tristeza quedaría en el pozo del olvido. No hay maestro capaz de enseñar en esto, ni existe una historia que se repita, como tampoco concurre una verdad revelada que nos aleje del sufrimiento o de las maldiciones en el amar a la persona equivocada.- No es ser valiente o cobarde sino en mostrar la frente en alto ante los embates de la cobardía que se genera cuando se es engañado y nos exhiben con palabras ante los amistades que deambulas alrededor nuestro.

Nadie es tuyo.- Nadie es mío.- La verdad en cosas de amor sencillamente no existe como tal, es una fuerza que devora implacablemente las fuerzas emocionales y lacera la inocencia mostrada en su propio particular lenguaje. No es gracia, ni inocencia; es lo que cada ser graba sobre su conciencia en busca de amar sin ser correspondido en la medida que desea lo sea medido. El amar, no es el enemigo sino lo que la vivencia proporciona, lo que con claridad se mira, lo que triunfa en medio de la nada y resuelve con un alma generosa, esa que sufre, acepta y jamás abandonara el compromiso que su alma gemela contrajo. El amar, no es un combate en donde uno salga vencedor y el otro vencido, no es la maldad, ni destruir lo que se quiere, desea y se alía.

La vida nos dota en la inteligencia para adquirir la confianza y que por medio de la perseverancia nos acerquemos al camino espiritual en el cual se puede vencer las tentaciones que nos abrazan y reciben de buena manera para que tropecemos con el dulce y fácil deseo que no cuesta trabajo pero desconocemos su final. Nadie tiene un destino marcado. Es su formación la que acerca a su momento en lo que le ocurre. Es el silencio del alma quien se queja y tiende hablar sobre si mismo haciendo tambalear sus cimientos. Se sufre por lo que se ha sido, por lo que se es y por lo que se entiende. Esto hace en definitiva nuestra historia perdida y nosotros mismos, sobre todo cuando permanecemos mudos o en silencio sobre lo que el alma nos demanda.- Juntos y dispersos.- ?Alma y sentimientos? En el otro y sin nosotros. Como producto de nuestra propia ignorancia al ser para otro y no en él, en lo que hemos enmarcado los sentimientos y pretendemos abordar los ajenos.

Esperar a que las cosas sucedan o atreverse a enfrentar la realidad, sobre todo cuando los sentimientos son muy profundos se teme esperar a que las cosas caigan por su propio peso.- Verdad o mentira.- Ganar o perder el todo.-, negar o admitir con la esperanza en que cambien las intenciones sentimentales del separado en busca de una realización conjunta. Ver al ajeno como un taladro que cala y condiciona la relación provocando incertidumbre en vez de acercamiento.

La virtud que más define a un ser humano es la templanza. Esta es adquirida, y muy pocos logran conservar. Es parte del carácter de una persona la cual ofrece prestigio y se le valora conjuntamente con valentía, honradez, incorruptible ?Nadie es capaz en defender su dignidad marchita? prefiere dejarla en un bote de basura y lograr lo que desea. El gasto es alto al entregar la dignidad. Templar el carácter, tiene muchos riesgos y causa resentimientos mal enfocado, es por ello que no se valora lo digno de un bien formado sino en capricho.

La templanza marca en los actos de injusticia, reclama, es principio moral, ético sin embargo la pasión es superior a este reclamo y sucumbe a cambio de otro interés. Aprendemos los valores en familia sin embargo la templanza se hunde en las profundidades de la necesidad inmediata perdiendo el decoro, la dignidad ante la desafiante necesidad en sobrevivir.

La relación sentimental transita sobre vicios ancestrales, ambientes poco propicios, perversiones presentes y se cumple el hecho de que a cada paso perdemos la dignidad. Un valor primordial que, que nos reclama honor, integridad, justicia. El miedo arrastrar por aguas sucias. Vejez o juventud son perfumes diferentes a los que se llega al mismo punto conforme pasa el tiempo. El olor agradable de los jóvenes se disipa y lo vemos convertido en lo mismo que tanto detestaba. Cuando se pierde la dignidad, se malgasta el amor ?Derrochas lo más sagrado?
Asimismo supuestamente después de tantas críticas, Vega Monroy publicó un video en el cual se disculpaba con los artistas veracruzanos, sin embargo, la presunta grabación fue eliminada de la red.

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