Ramón Larrañaga Torróntegui
Jueves, 20 de Abril del 2017. 8:54:49 pm
Letra más grande
Buscas sus ojos y solo encuentras los tuyos frente al espejo, estos se clavan y señalan lo que sale en su mirada. El enamorado se ha ido, ya no volverá, viene la rabia por el hecho, el saber que se ha ido para siempre, nace un nudo en la garganta, las lágrimas se van cayendo hasta secar los ojos.
Viene el llanto de impotencia, entre nudo en la garganta, rabia, celos, que rompen el silencio de esa paz que se buscaba. Se va la risa, la alegría, el amor, la esperanza, solo se queda el silencio de ese algo roto. Pides al alma enterrar esos recuerdos, pero no sabes cómo hacerlo, intentas pero no funciona, el alma sabe que es parte de esa derrota.
En la vida lo que sobra son personas que se dedican a dar consejos no pedidos (reparten parejo y marean con el rollo) Dicen: Si te atreves triunfaras, el éxito te espera con los brazos abiertos "Quien no arriesga, no gana" mientras los otros es: Haz esto o aquello. Se dedican a estar empujando sin importar el resultado. Dan consejos te conozcan o no, solo es cuestión en que estén cerca y escuchen una plática para intervenir (Sea sensata la opinión o descabellada).
Cuando uno cae, no falta quien nos pise los dedos de la mano hasta hacernos llorar. Sientes que el mundo se acaba, que te hacen daño, no quieren verte vivo (a) y es posible que esta idea haga que te encierres causándote más daño al sentirte traicionado (a), mancillado (a), indignado y no estés dispuesto a levantarte. Eso es normal cuando se cae y ante la adversidad se olvide de dónde vienes, ¿Sus raíces? quienes le enseñaron a no quedarse tirado en el suelo.
Nadie es mejor que usted.- Solo es cuestión en sacar lo que hay dentro, dar la cara a los conflictos y demostrarse que funciona con o sin ellos. Caer es un precio, levantarse es su ganancia, es la chispa que bloquea a los que se dedican a cortar sus esfuerzos. No es estar cansado por lo que siempre ha padecido, ni mucho menos dejar establecerse a la frustración. Sonríe que la vida es corta y lo mejor es la sonrisa.
Toda acción tiene una reacción, es decir el peligro está latente, presente desde el mismo comportamiento emocional como el económico. La opinión ajena sin que se solicite está presente para inducirte la oportunidad que ellos consideran deberías hacer. Muchas veces lo haces por el miedo que genera el decidir solo y admites actuar en la idea ajena, son esos miedos infantiles que brotan en el transcurso de la vida y sus problemas creyendo que jamás estarás en lo correcto y que para estarlo debe venir de otra persona.- Nadie es garantía de triunfo o salir menos librado por más que tengamos fe o nos encomendemos a Dios (Si, eres creyente)
La experiencia para lidiar con los conflictos es nuestra, pero tampoco es garantía dado que caminamos con demasiadas cicatrices y las perlas dice el dicho no son para los puercos. Refiriéndome a los pobres de espíritu y no a los faltos de dinero (Es una forma más correcta en expresarlo) Nos hacemos el propósito en encontrar la paz, pero conforme nace el día y los múltiples conflictos nos convencemos que esa paz está cada vez más lejana. Y, no es que no la estemos buscando, sino que no se deja atrapar, se escapa al instante en un suspiro.
Confirmamos que esta situación lo tiene cansado, molesto, pero el remedio sale peor que la enfermedad, al no sentir, lo duro sino lo tupido. Los unos se sienten cansados los otros se sientan a llorar o se hincan a rezar, el caso es que nos arrastra entre sonrisas y sollozos, contigo y sin ella. Y aunque el intento es bueno, termina por cansar dejando atrás lo que solíamos pensar de alguien entre lo que es y el ser en lo que hace, llegando a desear no volver a verlo o no hacerlo de nuevo.
Se pierde más que lo que se gana, pocas cosas logramos conservarlas intactas dentro del alma como es el agradecer un nuevo amanecer para el que ya no tenemos tiempo o nos queda poco tiempo para pensar en él.
Aseguramos que nos estamos preparando para el futuro ¿Cuál? Miramos el pasado y se ha quedado atrás con ese sueño, pero seguimos hablando porque se nos agota el tiempo por lo tanto apresuramos el paso en busca de crear un futuro incierto, pero el tiempo no se detiene, casi no viviste el presente en su pasado, ni estás viviendo el presente en su futuro es decir el paso de los años quedaron casi muertos.
Anhelas olvidarte de todo pero eso está presente, nunca se olvida uno de todo mucho menos de los besos recibidos o los remedios de amor entregados, desde el amanecer a la oscuridad sabes que la ventana sigue abierta y no deseas cerrarla sino meterla a tu habitación como remanso de paz, piensas que son cenizas pero aún arden un poco, lo suficiente como para quemar cualquier buen propósito.
Miras al cielo y rezas si es que eres católica o crees en Dios pensando que te está castigando o buscando una explicación a ese dolor interno. El intelecto te contesta ¡Andabas ciego!, las ideas se las llevo el viento y lloras cuando no deberías hacerlo o cuando dices que no vale la pena el hacerlo.
Es el tormento que no espanta la paz, que escribe sueños, que anda y no regresa, que promete dar y se niega en su momento hacerlo, pero vuelves y piensas con la esperanza en que las cosas cambien. Haz desperdiciado "Ya, no te encuentras ni a ti misma".
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