MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Sábado, 22 de Abril del 2017. 6:23:40 pm
Letra más grande
No sabemos estar en silencio, ocupamos aprender a estarlo con el riesgo latente en que se nos valore como falso o discreto. No se puede confundir la participación con estar encima de las palabras que otro emita, es por ello que es importante antes de abrir la boca conectarla con el cerebro. Al hacerlo, nos imponemos una restricción y nuestro silencio lo usaremos desde una contracción en toda la censura que podamos recibir. No se trata de fingir que somos silenciosos, ni que supongan lo hacemos por timidez en una actitud ante la vida.
El silencio del amor no es perceptible por oído humano, se acuña en las fibras, se siente vibrando, se presenta con sencillez, es original al reclamar. Existe, es diferente a todo, resuena extrañamente, es como una ola de mar que atraviesa el alma desde la primera al último ímpetu con un silencio sin fondo. Si después de ser tomados por sorpresa o descuidados la profundidad del silencio en el amor nos llevara a la realidad en sentirnos perdidos en el torbellino de las apariencias.
Pitágoras exigió a sus discípulos cinco años en silencio para que controlaran la lengua, alababa a la persona que sabía medir sus palabras y sobre todo aquellas que callaban. Todos sabemos en estos días que aprender a escuchar nos ayuda a comprender.- Tiene sentido.- Un intercambio en ideas es saludable, es aceptar a que otro también hable y así cerrar el círculo del entendimiento.- Dar el espacio, disponibilidad, intercambio, persuadir, esperar respuesta. Es muy difícil lograrlo pero es la única forma reconocida en crecer, madurar, ser tolerante, desarrollar un juicio, ser sensible.
El amor es un fuego que sale sin respetar diques desde el fondo del alma y traiciona al silencio, a nosotros nos hace estallar, no se puede esconder, brota por los ojos y detona sin control ante el ser amado.- El amor y el dinero, no se pueden esconder.- Por maduro que usted se valore. Nadie es capaz en enmudecerlo, solo se revela sin necesidad en pedirlo, brota en momentos inconvenientes o favorables. Podrá usted desear mantenerlo en silencio pero los gestos de la cara lo delataran, harán que abra la boca y salga entrando en la discusión (Platica) Nadie sabe enmudecerlo o esconderlo, no respeta controles, se hace escuchar en el mayor silencio establecido, se saborea sin exponerlo a la luz de las palabras.
No se puede esconder el amor, solo alcanza comprensión en instantes de silencio, en palabras necesarias que den sustento, vive enfrente de la lengua como un hermoso poema que no respeta. Su alegría es profunda, pacifica, cómoda, es lo innegable en que la armonía está latente. Es.- Un principio básico.- Para encontrarnos consigo mismos ¿Es posible? ¿Por qué si lo logramos frente al bosque, el mar, un rio? Un momento que nos hace olvidar por un instante del mundo, una paz interior, exterior que construye, reestructura, nos hace saber que existo. Es ¿Una necesidad? Es ¿Vida? Para reflexionar sobre nuestros deseos, que queremos, buscamos, anhelamos, paseamos en la profundidad del alma.
La vida es agradable y nos gustaría al terminar el poder marcharnos en paz, cuando el espíritu del silencio de la muerte nos alcance. Es importante en instantes de oración se hace en completo silencio sin importar quien esté cerca. Finalmente también necesitamos silencio para amar, admirar la belleza, contemplar. Esa una oportunidad en comunicarnos con el espíritu interior para que nos explique parte de nuestro entorno, que nos oriente el camino a lo que perseguimos.
Lo ideal sería "Amarnos en silencio" no tener nada que decir, solo mirarnos y entendernos, pero bueno esta idea se ha perdido, nadie lo entiende, todos hablan al mismo tiempo, pero el silencio en el amor afortunadamente allí está todavía a pesar de los múltiples distractores.- Amar en silencio es maravilloso, saber que atrás del gran volcán esta la serenidad controlada bien administrada, fiscalizada la cual suelta una sonrisa no pedida, una suave voz, un tenue lamento.
La llave para el amor es el silencio, lo que arruina ese espacio, es estar hablando sin control, sin pedir permiso, empezar a justificar lo que no se es. Quien mucho habla, poco tiene que decir. Es una mala señal en un mal interno con ausencia de pensamiento estructurado cuyo origen se desconoce. El silencio en el amor es como un pentagrama musical que hacen se asiente los instantes tranquilos a la luz de los ojos amados.- Es lo que expone, es lo que siente.
No es ocurrencia, comienza a ver, oír, sentir la voz interna que va atrapando al espíritu para instalarse y ventilar el alma, haciéndola sonreír de oreja a oreja. No se puede escribir de amor sin mencionar el silencio necesario, la meditación duradera, la sonrisa generosa, la palabra de tranquilidad. Toda idea dentro de la cabeza parte de un silencio, su poder es valorado en la conquista de su verdad en el vacío de la falsedad. Por eso el amor se instala en el silencio, del alma, para encontrar inmediatamente el remanso en tranquilidad para que sea el compañero eterno.
El amor es simple y a la vez profundo, nos impone restricciones y despierta los sentidos dentro de nosotros. Es remolino, devastación que se cruza y atropella empujando al exterior los demonios tranquilos, extendiendo sus supremacías sobre los deseos. Detrás justo del sentido de prudencia descansa, es poco perceptible pero vive en alerta permanente. Solo se escucha su lamento en el quejido profundo y en silencio del alma. Nadie es capaz en impedirlo, solo el sordo enamorado lo escucha "No puede superarlo", sabe que existe, pero no lo encuentra, es ruido del espíritu que cimbra el alma, que afecta sus sentidos prudentes y molesta a los controles.
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