Filosofía marismeña

Cielo/infierno

Ramón Larrañaga Torróntegui

Jueves, 25 de Mayo del 2017. 5:19:54 pm

Letra más grande

El amor es sagrado como lo es el tiempo al llenar los múltiples aspectos de nuestra vida.- El tiempo no compite con el amor, es la relación la que se desgasta al no saber intercambiar lo que se aspira, asigna, intercambia con un fin común, deseado y valorado. El amor avanza, se amplía cuando se quiere realmente a la contra parte. Cuando se ama sin perversidad y, le importa ambas lo que les sucede. Es aprecia los instantes, conectarse y funcionar en los sentimientos. El amor funciona cuando no se maneja con sutilezas, conflictos no resueltos, se piensa al actual sin cambiar la esencia de la otra persona.

> El amor y la relación entre dos personas se han convertido en la figura definitoria de nuestro tiempo. La manera en que pensamos, vemos y comprometemos a nuestra creación está en gran medida determinada por las comparaciones que utilizamos para darle sentido a la vida y su devenir. Es manejado este asunto desde la perspectiva en que la vida es un lienzo en blanco para pintar, un cuaderno en blanco y, debe ir acompañado de esa otra persona.- Si esto, no es así, ?No tiene sentido? se convierte en un gran vacío a recorrer en un mar de ilusiones perdidas y hundirse al no saber nadar.

Si, se ama y es correspondido la vida la observa como una gran caja de chocolates para estar degustando cada vez que se tiene ese antojo al ser nuestra y está a nuestra entera disposición. Probar y consumir sin importar el tiempo. Uno de los estudios sobre el ser humano mayormente relevante en los últimos 25 años arrojo que la gran mayoría de los seres humanos operamos a través de comparaciones en un nivel que está dentro de la conciencia normal y es dominado por el deseo instintivo. Esto significa que las comparaciones que empleamos forman todo pensamiento consciente, determinando en gran medida nuestro sentido del amor.

El comparar una persona con otra cuando se tiene una relación nos lleva a un conjunto de suposiciones básicas, examinadas, que afectan la forma en que enmarcamos y construimos esa relación amorosa, influyendo en nuestras interacciones con otras personas y operando como mapas de comportamiento establecido mediante un parámetro preestablecido del cual no debemos apartarnos para sugestionarnos que estamos enamorados, somos felices y se nos brinda amor.

El "Ser" es una caja de sorpresas al momento en que organiza su pensamiento, la forma en que lo guía, lo saca o lo esconde, siempre procesando en busca de datos, experiencias asimiladas, para hacerlas presentes en el instante en que se ocupen. Una forma del "Ser" que no es desprendible pero que si es inconsistente por lo tanto cae en juguetear con los sentimientos de otra persona.

La contrariedad es: Nadie ve el amor en la misma dimensión y cada quien construye desde su experiencia inmediata por lo que sus actos llegan a convertirse en inapropiados por lo sesgado en lo que se valora y la limitación que pone freno al instinto del deseo insatisfecho. Cada vez los "Seres pensantes" se preocupan más por aprender lo que está pasando con sus sentimientos, deseos, instintos por lo que sus respuestas son mucho más asertivas determinando una relación más acoplada corta o duradera "Cortar por lo sano a tiempo sin esperar a la intoxicación".

Toda relación tiene un límite y quien logre identificarlo será un buen enamorado al saber tomar la decisión correcta cuando la nube opaque el entendimiento y se haga necesario poner las cartas sobre la mesa. Ambos enamorados asumen que saben jugar en sus límites y sellan su relación con besos apasionados, cada cual con su estrategia, moderación o locura. Reconocen y entienden que no están solos en la relación y deducen que el límite en las decisiones está en la otra persona que comparte ese espacio para que la situación a enfrentar sea estratégica y sin molestia para uno de los dos; dejando de lado los impulsos desgastantes, la irracionalidad o el poder "Choque" para ver quien vence o pierde o es más influyente al momento en decidir.

Al equilibrar el razonamiento entre ambos se decide, profundiza en las consecuencias consensadas y distingue el abuso y la perversión de la manipulación por cuestiones ajenas al amor. Cada relación tiene su propia vida, forma, fondo, consecuencias, lugar, espacio, supuestos, agrados, motivos, orientación adecuada lo que hace falta es borrar los excesos, sus inconvenientes, el énfasis del poder en ese ¿Quién manda? o se sale con la suya.

Razonar con amor se enfoca en lograr el máximo equilibrio eficientando los momentos felices sobre los negativos. Ganar para que el pastel este siempre disponible y sea disfrutado sin importar "Sea de chocolate o una simple sopa de lentejas". Ese es el valor del amor, sin suposiciones del ¿Me quieres? o en sacar provecho de la persona que nos ama sino aprovechar la vida entre ambos en forma eficiente, racional viéndose como amor provechoso y no simple mercancía intercambiable por otra cuando el deseo se marche o la presión termine convirtiendo el cielo en infierno.