Sergio Mejía Cano
Lunes, 24 de Julio del 2017. 5:55:54 pm
Letra más grande
Ahora son las islas baleares las que han prohibido las corridas de toros en donde se tenga que sacrificar a este especie, y dichas corridas no pueden exceder más de diez minutos y sobre todo que no haya cosas punzocortantes y además, a dicho espectáculo no podrán ingresar personas menores a los 18 años de edad; así lo ha informado el diario español el país.
Respecto a esta sabia decisión ha habido polarización entre familiares, amigos, conocidos y allegados de toda la vida, debido a que hay personas muy arraigadas a la afición de la mal llamada fiesta brava, porque hay personas que por el simple hecho de que a sus ancestros les gustaban o gustan las corridas de toros, también se dicen aficionados a ese malévolo espectáculo en donde al toro no se le dice que lo van a matar, y además aducen que en el rastro los matan más cruelmente. sin embargo, de acuerdo a analistas serios dicha fiesta brava es una falta de respeto hacia otra especie que los humanos no tenemos el más mínimo derecho en martirizar tal y como se hace en los cosos taurinos.
platicando al respecto hay quienes sacan a colación lo que aconteció con las especies tradicionales que formaban parte del espectáculo circense y que debido a la ley que prohibió el uso de animales de cualquier especie, he ahí el resultado de que la mayoría de los animales que se utilizaban en los circos para sus funciones se murieron de inanición y en el peor de los casos en el abandono total. y hay también personas que aducen que los toros de lidia nacieron para eso: para ser parte de la lidia; pero si a esas vamos, pues entonces, en forma natural ¿cómo es que se dio esta especie si antes de que España los utilizara para la lidia, antes qué hacían los toros?
es evidente que quienes gustan de la fiesta brava, por así decirlo, siguen siendo las personas sumisas a la dominación española y que desde luego descargan su adrenalina viendo en el toro sacrificado a sus más cercanos enemigos pensando que así deberían ser sacrificados otros humanos que les han hecho daño. y a todo esto, ¿qué culpa tiene un toro respecto a la crueldad del ser humano?
en mi caso particular, mi papá originario del estado de Tlaxcala siempre fue un apasionado de las corridas de toros, inclusive fue torero en sus años mozos y hasta llegó a torear en plazas taurinas en Mazatlán de recién llegado de Apizaco, Tlaxcala; sin embargo, no se le puede culpar de su afición a las corridas de toros debido a que en ese estado de la república y otros aledaños, hay enorme afición a la mal llamada fiesta brazo; eh incluso por esto, tengo hermanos que dizque son aficionados a la fiesta brava tal vez nada más por no faltar a la memoria de su papá que se justificaba diciendo que las corridas de toros no era "la graciosa huida, sino la apasionada entrega", y al reclamarle su falta de respeto hacia otras especies aplicando la máxima de vivir y dejar vivir, al igual que otras personas aducía la respuesta tradicional: en el rastro los matan más cruelmente.
pues sí, quizás en el rastro maten a las reses en forma más cruel, pero ya es debido a la cultura de disfrutar de sus ricas carnes; porque eso sí, cierta vez se molestó un poco conmigo mi papá cuando me preguntó que si a mí no me gustaban los toros, y le respondí que sí, pero en bisteces y nada más; sin embargo, siempre le manifesté mi inconformidad a que se les sacrificara de tal modo en los cosos taurinos haciéndolos sufrir de tal manera que solamente las mentes más crueles podrían partícipes de esos actos de tanta crueldad puyándolos y luego ensartándoles las banderillas para al último introducirles el sable y que a pesar de seguir con vida los seguían martirizando. de ahí que cuando un torero era embestido, mi papá se enfadaba por mi expresión al decir que se habían emparejado las cosas, pues el torero estaba consciente de que se lo podía cargar el payaso, pero el toro no sabía que ese era su último momento bajo el sol y que lo único que hacía en esos sus últimos momentos era defenderse de la crueldad humana y obviamente sin poder comprender el porqué la gente aplaudía cada vez que era más y más lastimado.
Así que con lo copiones que somos los mexicanos, ojalá y alguien aquí en nuestro país tome la batuta para lanzar una iniciativa para que de una vez por todas se cancelen las corridas de toros, precisamente por ser la peor de las aberraciones del ser humano: burlarse de otra especie que en vez de ser burlada de tal manera debería ser protegida. Pero en fin. Sea pues. Vale.
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