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Filosofía Marismeña

TLC

Ramón Larrañaga Torróntegui

Viernes, 9 de Febrero del 2018. 5:26:22 pm

Letra más grande

Estados unidos y Canadá sienten que actualmente no es satisfactorio el intercambio al no significar beneficios mutuos, eso representa su falta de interés en que esto continúe como hasta hoy.

El TLC, se distorsiono más allá de los intereses de las tres naciones lo que ha hecho que el interés común se pierda o se analice sin especial atención. Todo apunta a que ¿Se busca nuevamente el interés común o se respringué? El objetivo de México es prevalecer y difunde a su sociedad la incomprensión de los gobiernos de Canadá y estados unidos como si la sociedad estuviera jugando esta partida.

Hasta el día de hoy, el tratado de libre comercio ha respondido a las expectativas esperadas para los tres involucrados en donde todos se han beneficiado en el dar y recibir. Su instrumentación fue un regalo para los comerciantes, eso explica su presencia en ese intercambio de bienes y servicios.

Nadie da nada a cambio, sin recibir por lo que se percibe un alto grado de satisfacción en esos intercambios.- Todos ganan, nadie pierde. Esa es la condición real a la fecha. Lo que se intercambia es muy preciso por lo que no presenta desequilibrio.

Para los tres países es un buen negocio incluso son pocas las quejas referentes a que se paga por debajo del valor de los bienes y esas molestias tiene que ver con la disputa del poder en ese intercambio. La confianza en el mismo es reciproca.

Se tiende a degenerar cuando empresas de países que no pertenecen a este tratado se asientan y toman como trampolín de paso a México interesados en el mercado enorme que representa estados unidos y Canadá. Dichas empresas no buscan un intercambio equilibrado sino su interés particular y se beneficia de este intercambio desequilibrando el poder de los empresarios de los otros dos países.

Los productos terciados provienen de países explotadores de trabajadores, en donde el sueldo es muy bajo y, usan a México de trampolín aprovechando la benevolencia que en esta materia pone el gobierno mexicano en bandeja de plata.

La apuesta primera fue durante muchos años segura por ello no ha desaparecido pero hace tiempo a la fecha el gobierno mexicano se volvió generoso creando un problema que no satisface a los otros dos involucrados por lo que el TLC se tambalea cada vez más fuerte al sentir el mercado Norteamericano que no están obteniendo lo que anteriormente estaba presente.

El intercambio a diferencia del robo en despoblado que está en el alegato implica el consentimiento del gobierno mexicano en sus actos de responsabilidad al permitir ser convertido en trampolín. Los intereses escondidos no aceptan este tipo de intercambio por la naturaleza del mismo y la benevolencia mostrada en ese intercambio con países ajenos al mismo.

El asunto va más allá de una simple postura en su posible anulación y no es que el gobierno de Estados unidos sea egoísta con los mexicanos pero ellos hablan del interés de su nación, sus necesidades y parece lógico que cuestionen este intercambio consentido que les genera pérdidas.

Nadie en su sano juicio negociara con pérdidas, ni permitirá el establecimiento de empresas extranjeras en México que se establezcan para usarlo como plataforma o palanca por ello está en la mesa de discusión lo benéfico y la importancia en lo que gana un trabajador para producir el bien para que el intercambio comercial sea real en igualdad de circunstancias.

El gobierno mexicano lo sabe, no peca de ignorancia, ni cuenta con la fuerza que equilibre para que el intercambio sea benéfico para los tres países. El TLC, debe ser reciproco, consentido, benéfico que genere ganancias y se deje en pervertir el intercambio por introducir otras partes que no corresponden al mismo. La búsqueda de acuerdos va más allá de intereses para que tienda a equilibrarse y que realmente sirva a las tres naciones y no que una se beneficie en detrimento de otra.

Aunque la situación no se vea difícil, lo es por la naturaleza de otros gobiernos involucrados que intercambian intereses de otro tipo con México y se benefician de este intercambio. Estados unidos y Canadá muestran fuerza en el aspecto de salarios a trabajadores que producen el bien de intercambio para estar en igualdad de condiciones en precio ya puesto en el mercado y saben que mientras no se corrija el aspecto laboral el intercambio es injusto.

Un salario digno en producción, una relación laboral estable que beneficie mutuamente al productor y al trabajador, pero los intereses son diferentes y la remuneración mínima.

Por ello el intercambio se convierte en explotación injusta, se paga menos y gana el introductor perdiendo el trabajador de estados unidos, Canadá y, no están dispuestos a que desde México empresas extranjeras estén jugando chueco.

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