Ramón Larrañaga Torrontegui
Martes, 26 de Febrero del 2019. 10:21:09 am
Letra más grande
La relación de pareja es la oportunidad para el llenado de ambos sin reclamación, ayudándose, apoyándose, queriéndose en lo que ambos les encantan. Nadie es engañado por nadie, se sufre cuando lo dejan de querer, es odioso, frustrante estar enamorado y darse cuenta que la otra persona lo saco de su corazón. Normal es que muchas personas dependan de otras para lograr avanzar en su vida, le sirvan de apoyo. Hablo de jóvenes o personas maduras que dependen de otro para vivir. No hay nada malo en ello, se da en forma natural si de quien depende tiene la capacidad, posibilidad para hacerlo. Hay adultos sanos que eligen depender por seguridad sin ninguna limitante física, psicológica.
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Unos lo forjan de sus padres, abuelos, pareja, otros llegan a esta situación por necesidad o, a causa de que en esa forma fueron educados en su familia por lo que eligen depender sin estar dispuestos a enfrentar retos ante su comodidad. Hay padres que no se atreven a liberar a sus hijos, le quitan toda responsabilidad sobre su vida por diferentes argumentos haciendo se vean como personas inútiles, incapaces en creer que se puede valer por sí misma.
En cada colectividad hay hombres de 30/40 años que no han sido liberados, sus pláticas son de tipo ingenuo con miedo incluso en mantenerse solo. Al morir sus padres, la persona no encuentra el bastón que les sirva para seguir viviendo en forma honesta, sobre todo los que disfrutaban de lujos inmerecidos. La dependencia es injustificable, nadie es capaz en avalarla aún en épocas de nula oportunidad. Algunos padres meten en la cabeza de sus hijos que no les da para nada y ellos prefieren apegarse a esa idea no usándola para que no se les desgaste. El temor los orilla a preguntar a sus padres o amigos ¿Cómo? Soy, ¿Qué debo hacer el día de hoy? La persona va preguntando sus inseguridades, permitiendo que otras decidan y piensen por él.
La confusión se apodera de sus acciones y, a pesar de comportarse amablemente con otras personas en el fondo son un volcán a punto de estallar por frustraciones. Unos para socializar se ven convertidos en juguetones, graciosos, ocurrentes, cuenta chistes en busca de popularidad. Es afectiva pero depende de que sus amigos (as) padres le digan que lo quieren, son famosos, buenos, lindos de buenos sentimientos.
En lo referente a sus relaciones amorosas: Al establecer un acercamiento para una posible relación traen a flor de labio la pregunta ¿Me quieres? ¿Te molesto? Busca le repitan constantemente que no lo han dejado de querer. A todo mundo gusta le digan que lo quieren, aman, pero eso de ir preguntando para que se lo confirmen no es algo normal. A la mujer, no le gusta una relación con un hombre que está mostrando esa inseguridad o poco práctico en buscar resolver sus conflictos económicos. La mujer cuando se casa con un tipo que no aporta en lo económico termina por enfadarse y separarse.
La inmadurez y dependencia en asuntos de amor, lleva a trasformar sus acciones para que sus necesidades sean satisfechas, es un indagador para complacer, ponerse a disposición en su propio provecho. Intenta le tengan lastima y, si no lo consigue se molesta al no soportar la indiferencia llega a odiar. Brinca del odio al amor, de buena a mala persona, depende de la mirada del otro, de la palabra de aliento. Vive y fantasea con sus miedos, culpa a otros. Necesita sentir que lo ocupan, quieren y si no notan su presencia.- Odia. El hombre no asimila el vivir el solo mientras que la mujer decide hacerlo en cuanto resuelve sus problemas económicos. La nueva generación de mujeres no acepta que el hombre las mande por ejemplo a calentarle la cena cuando ella ya está acostada, ni aprueba que la critique por no hacerlo. Hay hombres que no maduran y refleja su dependencia en la relación de pareja, es difícil llevarle la corriente por ese doble papel de inseguridad, lo mismo sucede con el incapaz en valerse por sí mismo para subsistir
El inmaduro vive en un constante calvario recogiendo opiniones en busca de encontrar una tabla de salvación. La inspiración que lo motiva la dirige en halagar. Los padres lo hacen adicto a depender, se esconde en sentimientos falsos expresando por ejemplo: No puedo vivir sin ella, la amo con todo mi corazón y, la verdad es que no es cierto, primero a causa de que uno siempre puede vivir sin otro y el hecho de que la otra persona decida irse, nadie es imprescindible, la vida continua lo que hace que el argumento sea mera manipulación. El amor siempre es positivo, lo negativo es excusa, miedos, utilización para llenar vacíos de quien se lamenta, de quien dice amar pero en realidad es dependiente.
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