Reúnen firmas para expulsar a un cura que prohíbe llorar en los funerales

Redacción/El Sol de Nayarit

Lunes, 23 de Diciembre del 2013. 5:56:49 pm

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Gran indignación ha causado el cura Nicolás Timpu a vecinos del pueblo de San Luis de Sabinillas, en Málaga, ya que durante el funeral de un joven de 25 años les prohibió a sus familiares y a los presentes llorar por él, pues según el sacerdote el difunto estaba ahí “Por ser un pecador”, "Callaos, porque si no os calláis no hago la misa y si no hago la misa, no se entierra" les advirtió.

Esto causó la indignación de la familia del fallecido y de sus vecinos, quienes se han dado a la tarea de recolectar más de 1500 firmas y solicitar ante el obispado su expulsión, ello por su actitud tan insensible.

La señora Trinidad Campos, madre del joven José Luis Benítez de 25 años que perdió la vida en un accidente, escribió una carta al Obispo de la Diócesis de Málaga explicándoles el caso. "Podrá usted comprender el dolor, la desesperación y el desconcierto que suponen la pérdida de un hijo. Un día después y siguiendo nuestra tradición, se celebró la misa antes del entierro y, como es natural, mi esposo y yo llorábamos sin consuelo por tal pérdida. La respuesta del párroco a nuestro llanto en pleno responso fue la de gritar: 'Callaos. Si no, no hago la misa" refirió en la carta.

Asimismo la señora campos narró Campos que una sobrina suya le reprochó al cura sus palabras, obteniendo como respuesta del sacerdote que se callara, “porque le podía pasar lo mismo a ella”, fue cuando ésta decidió reunir las firmas.

De igual manera La señora Campos ha conseguido firmas que denuncian la actitud reprochable que el sacerdote ha mostrado en otros casos

Personas del pueblo indicaron que el párroco en otro funeral “puso villancicos”, que en el entierro de una niña de 10 años mencionó que “él sabía que iba a morir y que ahora se la estaban comiendo los gusanos” y que en otra ocasión le negó la misa de comunión a una niña porque dijo que “estaba llena de pecado y que iba a arder en el infierno”.

Por otro lado, el párroco colocó unos carteles en la iglesia “con consejos para vestir a la hora de acudir a la parroquia, como llevar falda por debajo de las rodillas y poco escote”.

La mujer, que ha reunido las firmas en quince días, ha hecho “la promesa de asistir a la iglesia y a misa descalza durante un año, aunque llueva” si consigue que el párroco se vaya.