Notimex/El Sol de Nayarit
Mujeres indígenas de Nayarit, que han emigrado hacia las zonas urbanas de la entidad, han dejado atrás la sumisión al integrarse a las actividades comerciales de artesanías, afirmó el antropólogo Francisco Samaniega Altamirano.
En entrevista, el investigador asignado al INAH Nayarit dijo que las artesanías, originalmente usadas en actividades rituales y en la vida cotidiana, se convirtieron en industria, a partir de los años 70.
Se desarrollaron nuevos y variados productos, llegando a un mercado, en el que antes no participaban estos bienes, por su condición religiosa, apuntó.
Samaniega Altamirano refirió que esta incorporación atrajo a las féminas, quienes únicamente participaban en vida económica de los hogares y de las comunidades, como parte de las labores domésticas, agrícolas y ganaderas, donde cumplían funciones de trabajadoras del propietario de los bienes, incluso siendo esposas.
Sin embargo, mencionó que se ha observado el nacimiento de mujeres artesanas que ya no dependen de esa unidad doméstica, y que representan un factor productivo.
Fabrican artesanías, la comercializan y por lo tanto, realizan una actividad microempresarial, que ha hecho que algunas de ellas cumplan funciones de jefas de familia, destacó.
Con ello, a la par que los varones, las indígenas proveen también la mitad de los ingresos familiares, lo cual, les ha dado un nuevo lugar en estas sociedades indígenas, sobre todo en las de carácter urbano.
En las comunidades rurales, explicó el experto, es más difícil encontrar este fenómeno, porque no participan de los círculos comerciales, más bien en comunidades urbanas y suburbanas, donde los esquemas tradicionales no se llevan con el grado estricto que en las comunidades originarias rurales.
Encontramos jefas de familia, marakames (brujas o chamanes), gobernadoras, patrones de mujeres empoderadas, en comunidades indígenas como la wixarika, en la colonia Zitakua, asentadas en ciudades, en Tepic, el patrón de cambio es más visible, aseguró.
Samaniega Altamirano también habló sobre la revolución femenina y sus resultados, visibles en mujeres empoderadas, indígenas y mestizas, que si bien significó un rompimiento de ataduras, la obtención de espacios y muchos logros, otros se quedaron en el camino.
Manifestó que si visualizamos que en la Edad Media, siglo XVI y XVII, las mujeres eran parte importante de la fuerza laboral, y en la Época Virreinal, en el siglo XIX y parte del XX, se convirtieran en amas de casa, para algunas fue visto como una suerte de atadura, para otras representaba un logro.
Eso era haberse podido desligar de la actividad laboral, como sucedió en la Edad Media, para dedicarse a la vida familiar, la crianza de los hijos, a aprender cosas como: bordar, tejer, realizar actividades culturales, había mujeres para las que representaba un logro, dijo.
A pesar de ello, expuso, en años recientes, cuando las mujeres se han tenido que sumar masivamente a la vida laboral, representa, desde esta óptica, una pérdida también de logros, sobre todo en mayor tiempo para el desarrollo personal.
Se podría considerar entonces que los retos de las mujeres podrían ser el de mantener los logros referidos al apego de los hijos, la cuestión de los afectos, la manera en que se ven a sí mismas; y al mismo tiempo, ejercer labores de abastecedoras, de gobernantes, de gente de poder, como parte de un equilibrio femenino, señaló.
Comentarios
Invitado
2014-03-08 20:38:10
Siguen sufriendo pobreza y marginación nuestras mujeres indígenas y sus hijos
Invitado
2014-03-08 20:39:01
URGE UN MERCADO DE ARTESANIAS, DONDE VENDAN DIRECTAMENTE SUS PRODUCTOS
Invitado
2014-03-08 20:40:05
LA CDI, NO FUNCIONA, LINO CARRILLO SOLO SE HA ENRIQUECIDO Y ELLOS MURIENDO POR PIQUETE DE ALACRAN, DE HAMBRE
Invitado
2014-03-11 11:15:05
Se desgastan corporalmente para hacer sus artesanias y llega muy conchudamente un enviado del gobierno a estirar la mano y recibir lo que con tanto trabajo estas mujeres realizaron.