Lic./El Sol de Nayarit
Miércoles, 14 de Marzo del 2012. 6:26:35 pm
Letra más grande
Para estar dentro de este deporte son muchos los requisitos, para empezar no estar quebrado del ánimo, permanecer con la actitud positiva incluso cuando el silbante no favorece en nada y tienes que abandonar la cancha de juego por más de 2 partidos, mantener la cabeza en alto cuando se fallan penales en un nacional y salir con una sonrisa dibujada en el rostro incluso cuando te hicieron la peor de las planchas, ser positivo es fundamental y la base de todo en este deporte, es por ello que nos dimos a la tarea de conocer a alguien dentro de los Coras del Deportivo Tepic cuya actitud positiva y cualidades futbolísticas han sido su firma a lo largo de estos años, ni más ni menos que al defensa José Antonio Rizo Belloso, quien a sus 23 años, 2 meses y vistiendo la camiseta número 21 ha sabido cosechar triunfos con sencillez .
Rizo comenzó a patear un balón a sus 4 años, edad a la que se integra a los campeonísimos Morelos, lo dice muy orgulloso y feliz ya que considera esta etapa una de las más bonitas dentro de su vida en el futbol; época que sin más le debe a su padre quien como buen aficionado a este deporte lo llevó a la primera oportunidad a este equipo, desde que me acuerdo siempre he andado con una pelota de fútbol y fue mi papá quien me puso al frente de un balón.
Reflejando un cariño incondicional a este equipo de la Morelos comenta que desde que empezó a jugar ahí solo perdieron dos finales para después obtener 13 campeonatos consecutivos; como era de esperarse el defensa Cora desde entonces sabia que estar dentro de este universo que genera el futbol era lo suyo y comenzó a trazarse una meta, ser profesional.
Afirmo la actitud positiva y el deseo de ganar son elementos básicos para permanecer dentro de este mundo que en repetidas ocasiones te patea y lesiona todo esto sin previo aviso y aún con eso no dejamos de seguirlo; por lo tanto, Rizo continuó su trayecto futbolístico en Jersey Nay durante 2 años, para posteriormente darle paso a la escuelita del Cruz Azul en Tepic comandada por el Pepino Oregel; Sufacen fue su siguiente escalón y la primera oportunidad de conocer como es este abanico lleno de rabonas.
La pausa de Rizo en el camino llegó como ocurre con muchos futbolista, regresó al amateur a incorporarse con el equipo Constitución 1ª y después con la selección de la UAN, equipo que ese año al calificar a la Universiada Nacional se traen un resultado histórico, una medalla de oro en futbol soccer; realmente de no creerse, ni siquiera el premio aquel que tanto se esperaba y que jamás llegó. Este triunfo fue una verdadera gloria para aquellos que seguimos el deporte universitario y Rizo fue parte importante de esta selección que ha marcó un precedente para futuras generaciones.
Pero pese a este gran triunfo y después de pertenecer a las filas vaqueras algo le seguía faltando al defensa en ese entonces, y no era más que volver a lo que un día conoció y que sabia tenía la calidad en los taquetes, al futbol profesional pero ahora en su Estado; por ello, Rizo comenzó a prepararse para las visorias de Marcelino Bernal, para su fortuna de un número importante de futbolistas que acudieron a ser observados por el mundialista, Antonio Rizo queda dentro de los Coras.
La verdad veo al equipo más integrado y sé que podemos pelear el campeonato; los Coras siempre se han caracterizado por tener buenos elementos y también un gran fútbol, así que creo que es una obligación siempre calificar a la liguilla.
Tener la oportunidad de conocer a un Jugador de los Coras con esta calidad humana fue un verdadero privilegio, cuando un futbolista te da oportunidad de conocer su historia vas de cierta manera redescubriendo el futbol, vivir estas experiencias con esa misma emoción y pasión con la que te cuentan es simplemente indescriptible, escuchar a un jugador que sabe ser un buen estudiante, un buen hijo y un excelente amigo dentro y fuera de la cancha de juego habla de que en este deporte la actitud también juega, le doy gracias a dios porque hay muchos que quisieran jugar y desgraciadamente no pueden, yo también juego por ellos con ese mismo entusiasmo con el que quisieran pisar la cancha. Mis papás son la razón por la que sigo jugando, ellos me apoyan en todo en las buenas y malas; he caído y ha sido parte de mi aprendizaje aprender a levantarme, tal como lo dijo un compañero del equipo el sudor se seca, el cansancio desaparece, pero la satisfacción de ganar nunca- y el futbol también se trata de eso, ganar.
Conocer las reglas del juego es sencillo, pero saber lo que piensa y carga un jugador al inicio de un partido resulta complejo, ya que el esfuerzo, el cariño y la pasión con la que se juega este deporte en cada uno de los que nos brindan la gloria y la oportunidad de ser los críticos de su juego y los consejeros al término del partido, no tiene medida, ni es igual, ya que el futbol lejos de conocerse se vive y esta es una excelente lección que nos brinda el jugador 21 de los Coras del Deportivo Tepic.
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