Ignacio Peña/El Sol de Nayarit
Lunes, 3 de Septiembre del 2012. 6:01:18 pm
Letra más grande
Probablemente desde la Fernandomanía no haya habido tantos partidarios mexicanos de los Dodgers de Los Angeles. ¿La razón? Hay cuatro peloteros en el equipo azul que llevan sangre azteca.
Luis Alfonso Cochito Cruz es netamente mexicano, ambos padres lo son y nació en Navojoa, Sonora. Poco a poco el navojoense se ha ido consolidando con los Dodgers, dando batazos importantes y luciendo buena defensiva.
Adrián El Titán González es un pelotero de padres mexicanos pero nacido en San Diego, California. González hace poco llegó a los Dodgers procedente de los Medias Rojas de Boston, donde no se llevaba nada bien con el manager Bobby Valentine. No cabe duda que Adrián puede ser el líder ofensivo de los Dodgers.
Jerry Hairston Jr. es hijo de Jerry Hairston y de Esperanza Arellano, originaria de Navojoa, Sonora. Cuando Jerry Hairston Sr. Jugó con los Naranjeros de Hermosillo, después de un noviazgo, Esperanza y Jerry se casaron, cuando ella vivía en Hermosillo. Jerry Hairstón jr. y Scott Hairston, sus dos hijos,
juegan en grandes ligas. Jerry con los Dodgers.
Andre Ethier es el otro elemento de los Dodgers que lleva sangre azteca, el nació en Pohenix, Arizona es un gran pelotero. Vinicio Castilla esta haciendo lo posible para que se integre en su momento a la selección mexicana en el Clásico Mundial de Beisbol.
Así que hay cuatro grandes razones para que los Dodgers vuelvan a ser el equipo favorito de la afición mexicana, y por supuesto de la afición azteca de los Angeles.
Ya han empezado los entrenamientos en algunos equipos de LMP. Aquí en Hermosillo han estado llegando algunos novatos. El primer pez gordo que llega es el receptor Humberto Cota, que tuvo una gran temporada el invierno pasado.
De aquí en adelante deben empezar a llegar los peloteros ya establecidos en este y todos loa clubes de la liga.
Poco a poco se va calentando el ambiente, ya huele a otoño y con ello a LMP, aunque el calor aun no nos deja.
El australiano Trent Oeltjen regresa a vestir la casaca de los 15 veces campeones Naranjeros de Hermosillo. Un pelotero que dejó un grato sabor de boca la temporada pasada.
JOSE LUIS CHILE GOMEZ.- Después de Melo Almada, no tarda mucho tiempo para que otro mexicano estuviera jugando en las grandes ligas, ahora le correspondió el turno al sinaloense José Luis Gómez, apodado el Chile, jugo para Filadelfia en la Liga Nacional en 1935 y 1936 y todavía jugo para los senadores de Washington en 1942 dentro de la Liga Nacional.
Su maestría para jugar la segunda base lo hizo escalar a Ligas Mayores, en 1935. Conocedor de todos los secretos de la posición, todo lo hacía bien y con elegancia.
Siendo estudiante, a los 21 años de edad, viajó de Sinaloa a la ciudad de México en 1931, para reforzar a los Alijadores de Tampico, que tenían una serie contra el Fabriles, de Homobono Márquez, a quien llamó la atención su fildeo y lo contrató. Así, Gómez inició una carrera que, a través de los años, estuvo llena de esplendor y popularidad, tanto en los diamantes nacionales como en los extranjeros: 17 campañas en la Liga Mexicana, tres en las Grandes Ligas con Filadelfia y Washington, y dos en el Campeonato Cubano, con Santa Clara y Cienfuegos.
Entre sus hazañas, se incluye un triple que le conectó al inmortal zurdo Vernon (Lefty) Gómez, en el juego inaugural de la temporada de 1942, en Washington, y un hit que disparó para resolver por 1-0, en 1943 en el parque Delta, el histórico duelo entre Daniel Ríos, por el Monterrey, y Alfonso (La Tuza) Ramírez, del México , club al que manejaba Gómez. Los partidarios rojos, entusiasmados, pasearon a hombros a Gómez y Ramírez hasta el centro de la ciudad. Este hecho nunca se ha repetido en el beisbol.
En la Liga Mexicana, Gómez también fue piloto del Monterrey, San Luis Potosí, Tampico y Puebla.
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