ReducciónEl Sol de Nayarit
La comunidad de Minneapolis se congregó este jueves en una vigilia masiva frente a la Escuela de la Anunciación, donde un trágico tiroteo durante una misa matutina dejó dos niños, de 8 y 10 años, fallecidos y 17 personas heridas, incluidos tres adultos mayores. La ciudad, profundamente conmovida, ha respondido con un mensaje de unidad, fe y esperanza frente a la violencia.
El incidente ocurrió en la iglesia de la escuela católica, mientras los fieles asistían al servicio religioso. Los menores, que estaban rezando en los bancos, fueron alcanzados por disparos en un acto que el alcalde Jacob Frey describió como ?un ataque directo contra la inocencia?. Sin embargo, Frey destacó la resiliencia de la comunidad: "Hoy, Minneapolis se levanta con amor y solidaridad. No permitiremos que el odio fracture nuestro espíritu".
Las autoridades identificaron al presunto responsable como Robin Westman, de 23 años, quien utilizó tres armas adquiridas legalmente. Westman, quien se graduó de la misma escuela en 2017, dejó un manifiesto en video, retirado de YouTube, donde expresaba críticas hacia la Iglesia católica y el presidente Donald Trump. Además, se halló una carta dirigida a su familia en la que Westman mencionaba problemas de salud física y mental, incluyendo una posible enfermedad terminal y depresión severa.
El jefe de policía, Brian O?Hara, subrayó que la investigación está en curso, con el FBI clasificando el incidente como "un acto de terrorismo doméstico y un delito de odio contra los católicos". A pesar de la gravedad del suceso, O?Hara destacó el trabajo coordinado de las fuerzas de seguridad para proteger a la comunidad y esclarecer los hechos.
La madre de Westman, Mary Grace Westman, quien trabajó en la escuela hasta su jubilación en 2021, no ha emitido comentarios públicos. Según reportes, en 2021 solicitó legalmente el cambio de nombre de su hijo de Robert a Robin, en apoyo a su identidad de género.
El papa León XIV, primer pontífice estadounidense, expresó su ?profundo dolor? y llamó a la comunidad global a orar por las víctimas y sus familias. En un gesto de luto, el presidente Donald Trump ordenó que las banderas en la Casa Blanca y edificios públicos ondeen a media asta hasta el atardecer.
La comunidad escolar, liderada por el director de la Escuela de la Anunciación, emitió un comunicado prometiendo apoyo psicológico y espiritual para estudiantes, familias y personal. "Nuestra fe nos sostiene en este momento de prueba. Honraremos a nuestros pequeños ángeles con amor y acción para sanar juntos", afirmó.
Organizaciones locales han anunciado planes para establecer un fondo de ayuda para las víctimas y sus familias, mientras que iglesias de diversas denominaciones han abierto sus puertas para sesiones de oración y counseling. "Este acto no define quiénes somos. Somos Minneapolis, y juntos construiremos un futuro de paz", dijo un líder comunitario durante la vigilia.
El tiroteo, uno de los 286 registrados en EE.UU. este año según Gun Violence Archive, ha reavivado el debate sobre la seguridad escolar y el acceso a armas de fuego. Sin embargo, en medio del dolor, Minneapolis se mantiene firme en su compromiso de sanar y proteger a sus ciudadanos, demostrando que la fe y la comunidad son más fuertes que la tragedia.
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