Redacción/El Sol de Nayarit
Javier Valdez Cárdenas, corresponsal en Sinaloa del diario La Jornada y redactor del semanario local Ríodoce, fue asesinado este lunes en Culiacán.
Sobre los hechos se sabe que el periodista, en cuyo trabajo abundaban los temas de narcotráfico y violencia, fue interceptado afuera del semanario Ríodoce por un sujeto armado que lo despojó de su camioneta y le disparó en repetidas ocasiones.
El violento suceso tuvo lugar sobre la calle Rivapalacio, entre Ramón F. Iturbe y Epitancio Osuna, en la colonia Jorge Almada, una céntrica zona de la capital sinaloense, hasta donde llegaron paramédicos de la Cruz Roja, así como militares y peritos de la Procuraduría General de Justicia.
Posteriormente el cuerpo sin vida del comunicador fue el traslado al Servicio Médico Forense.
Apenas a finales del 2016 el periodista presentó "Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia", el que sería el último de sus libros.
Según lo reportado por el propio diario La Jornada, Valdez nació en Culiacán, Sinaloa, el 14 de abril de 1967 y estudió sociología en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Fue corresponsal de dicho medio de comunicación desde que tenía 18 años de edad.
Valdez también fue el fundador del reconocido periódico Ríodoce hace 14 años, que terminaría especializándose en la cobertura del narcotráfico.
Comentarios
EL MONJE LOCO
2017-05-15 20:09:59
`PERO ES SOLO EN LA IMAGINACION, NO PASA NADA, NO HAY TAMPOCO INFLACION, NO SOMOS EL PAIS MAS VULNERABLE DEL MUNDO, DONDE SUS FUNCIONARIOS SE HACEN MILLONARIOS PROTEGIENDO EL NARCOTRAFICO, LOS ASESINATOS A PERIODISTAS, O A LOS ACTIVISTAS....
anonimo
2017-05-15 20:36:52
1. Acabar con la corrupción
Cuando Singapur se independizó definitivamente de Malasia en 1965 la mayor parte de su población era pobre, esto se debía en gran medida a que la malversación y el soborno eran parte integral de la vida pública. "Si quieres derrotar la corrupción debes estar listo para enviar a la cárcel a tus amigos y familiares", decía Lee Kuan Yew con determinación y luchó hasta reducirla a su más mínima expresión.
Una de las medidas más importantes adoptadas en Singapur para luchar eficazmente contra este mal fue la de aumentar los salarios de los funcionarios. Lee creía que si los funcionarios públicos eran bien pagados, no tendrían la necesidad de buscar otras fuentes de ingreso. Pero eso no bastaba para eliminar este mal, por lo que para evitar la tentación se creó un programa especial de lucha contra la corrupción desarrollado por el Ministerio de Finanzas, que incluía una serie de medidas como rotar a los funcionarios para evitar la formación de lazos corruptos o llevar a cabo inspecciones sin previo aviso. Asimismo, el Estado promocionó a medios de comunicación independientes y objetivos, que pudiesen cubrir imparcialmente todos los casos de corrupción. Como resultado, en el servicio público empezaron a trabajar los especialistas más adecuados para servir a la nación.
anonimo
2017-05-15 20:39:46
2. Reforma judicial
Singapur defiende la pena de muerte como medida estricta para acabar con la delincuencia. Los asesinos y narcotraficantes por lo general terminan en la horca. Otros crímenes graves como violaciones y secuestros se castigan con largos periodos en la cárcel y azotes. Mientras que los asaltos y los distintos grados de vandalismo se sancionan con azotes y condenas más cortas.
El caso de un estadounidense de 18 años dio la vuelta al mundo en 1993. El joven fue condenado a pagar una multa considerablemente alta y a pasar 4 meses en prisión donde recibiría 6 azotes. Todo ello por manchar con spray 18 coches y robar varias señales de tránsito.
"Los azotes le harán perder sangre y seguramente le dejarán cicatrices de por vida. Esto no es correcto", abogaba por él Bill Clinton, el entonces presidente de EE.UU. Desde Washington se buscó evitar el castigo por todas las vías, alegando que la condena era muy dura para ese delito.
"Por qué debería haber en Singapur una ley especial para los estadounidenses y otra ley para los locales. Los estadounidenses creen en la primacía de la ley, pero cuando se les debe castigar según una ley de otro país, a los estadounidenses esto no les agrada mucho", explicaba Goh Chok Tong, primer ministro de Singapur entre 1990 y 2004.
anonimo
2017-05-16 10:47:35
3. La creación de empleo
El Gran Salto Adelante y la posterior Revolución Cultural llevada a cabo por Mao derivaron en una una paralización del desarrollo tecnológico y educativo en China allá por los albores de los años 70. Debido a que los inversores extranjeros se vieron limitados en Hong Kong y Taiwán, ellos pusieron sus ojos en Singapur.
En este país aún en pañales, a finales de los 60 se empezaron a construir algunas fábricas occidentales de tecnología, en los 70 se producían distintos tipos de placas electrónicas y en los 80 ya era un centro de fabricación de productos tecnológicos.
s inversores extranjeros quienes empezaron a construir fábricas y tenían toda la libertad para producir sin ningún tipo de intervención del Gobierno. Asimismo, las compañías extranjeras fueron seducidas con los bajos impuestos del país y con mano de obra barata y cualificada.
El objetivo de Lee Kuan Yew no era que Singapur sedujese de por vida al capital extranjero, lo que en realidad él quería es que los jóvenes ganaran experiencia en las compañías extranjeras y crearan empresas nacionales que fuesen capaces de competir en el mercado internacional.
Debido a que al principio no había gente con dinero, ni tampoco con la experiencia suficiente para crear grandes empresas, Lee decidió capacitar a los jóvenes en campos tecnológicos, marketing y gerencia con el fin de crear compañías estatales donde trabajarían estos mismos jóvenes especialistas.
anónimo
2017-05-16 10:48:27
4. Reforma educativa
A finales de los 60, cuando Singapur atrajo a compañías extranjeras para combatir el alto índice de desempleo, se les enseñaba a los jóvenes trabajadores a ser puntuales, a trabajar de manera responsable y a aprender a fabricar productos de alta calidad. Con estas características ellos mantenían sus puestos de trabajo, ganaban experiencia y aprendían el negocio.
El Gobierno de Singapur entendió desde un principio que si quería jóvenes capaces en las áreas que el país necesitaba, la única solución era cambiar por completo el sistema educativo. Hasta la actualidad el principal objetivo es lograr que los estudiantes piensen, analicen y resuelvan problemas por sí mismos. Además, les enseñan a que no deben limitarse en lo que está escrito en los libros de textos, sino que les obligan a ver más allá.
"No preparamos especialistas en mitología griega, literatura inglesa o literatura antigua, nosotros necesitamos tecnologías, ciencia, experiencia técnica. Con esto sí que pueden ganarse la vida", sostiene Philip Yeo, expresidente de la Junta de Productividad e Innovación del desarrollo económico de Singapur.