Un problema de todos

El histórico puente de San Cayetano

Pedro Luna Jiménez, y José Octavio Camelo Avedoy

Lunes, 30 de Enero del 2012. 7:59:10 pm

Letra más grande

La infraestructura de los puentes de Tepic, a su saber: el Puente de San Cayetano y el de Puga; ambos datan por el año 1800, una época donde Tepic ya se perfila como un importante centro comercial dentro del Occidente de la colonia, integrado por: Guadalajara y San Blas.

El primer puente, contaba con el propósito de librar el paso por el Río de Tepic (actualmente Mololoa), rumbo a la salida hacia la ciudad de Guadalajara, puesto que el mismo experimentaba crecientes de afluencia que impedía el quehacer comercial entre éstas dos importantes ciudades, la importancia se magnifica dado que para esas fechas dichas ciudades contaban con una actividad complementaria dentro del mismo estado, Jalisco; San Blas era el Puerto Marítimo (conexión de embarque y desembarque de mercancías y tropas) y Guadalajara el centro nodal comercial de distribución dentro de territorio, y de allí al resto de Occidente e interior de la colonia; la importancia de la ciudad de Guadalajara dentro de la conformación de ciudades centros nodales sigue siendo vigente, ésta ciudad aún es la conexión, comercial y de negocios, del Occidente nacional con el resto del territorio. El puente de San Cayetano está manufacturado de piedra volcánica, cuenta con tres arcos, y fue construido cuando era alcalde de Tepic, Antonio Santamaría Rentería.

El Segundo de ellos, al que posteriormente se le identificaría como Puente de Puga, tenía el propósito de librar el ya indicado río, pero en dirección hacia los pueblos de la sierra; es decir, el acceso a Huaynamota, Jesús María y Santa Teresa; ello, con el objeto de acceder hacia la entonces inhóspita Sierra del territorio.

En las no pocas épocas de guerra o rebeliones, ambos puentes prestaron sus servicios a los Ejércitos Insurgentes y Realistas, para el caso de la independencia de México; así como, décadas después, al ejército de Manual Lozada y Liberales, los cuales transitaron por dichos puentes.

Estos dos puentes, casi olvidados y deteriorados, maltrechos y sobajados, y máxime el casi derrumbado Puente de San Cayetano, en donde cada piedra que pierde, se va con ella un pedazo de historia de nuestro actual Nayarit; ambos puentes, contribuyeron en mucho para dejar marcada la historia del Séptimo Cantón de Jalisco y México entero, ya que no habrá que olvidar la importancia del Ejército Lozadista, tanto para las tropas francesas como para la persecución por parte de Ramón Corona.

Vale señalar que a éste personaje local se le puede analizar por lo menos en dos dimensiones políticas: la regional y la nacional, posiblemente con resultados contrapuestos, y de allí, el resultado de la Luz y Sombra de Manuel Lozada, que por cierto, título acuñado por una obra editada por la UAN. Así como no habrá que ignorar las necesarias asistencia hacia el centro del país para proponer la necesidad de erigir el Estado de Nayarit.

Todo un cúmulo de importante historia se va perdiendo en cada una de las piedras que se desprende del ya extremadamente deteriorado Puente de San Cayetano. La propuesta sería, repararlo, y si se desea utilizar como atractivo turístico, tiene mérito de más para que sea considerado así, mucho mejor sustentado que ese callejón en donde las parejas se tiene que dar un beso en el tercer escalón, que siendo objetivos, una leyenda llena de contradicciones.