Víctor Corcoba Herrero/ Escritor
A veces es saludable recluirse y examinarse. Yo mismo acabo de hacerlo. Les confieso que ves la vida de otra manera. Hace tiempo que me apetecía darme un baño de silencio y es lo que he procurado llevar a buen término estos últimos días. En ocasiones, te sientes tan arrastrado por intereses y preocupaciones materiales, que en lugar de experimentar sus alegrías y gozos, te invade una nube de soledades y angustias, que nos impide abrazar cualquier horizonte de luz. Sabemos que nos ensordecen tantos ruidos, pero también nos ciegan, lo que nos disuade para percibir el lenguaje con el que nos habla nuestra propia conciencia, y así poder tomar la orientación adecuada en una existencia cada día más tormentosa. Quizás, por este diluvio de torturas, tenemos que tener espacio para nosotros, para dejarnos sorprender por lo armónico del universo; sólo así abriéndonos a la creación, nuestra propia existencia se hace rica y grande.
Hoy se habla mucho de un orbe más equitativo, tal vez menos ruidoso y más esperanzador. No sabemos, si esto llegará algún día, ni cuándo llegará si es que llega. Lo seguro es que un mundo que se aleja de sí, no sabe prestar atención, tampoco escucharse y escuchar para dejarse sorprender, cuestión que dificulta poder salir de este vacío que nos amortaja el alma. Ya se sabe que conducir el silencio es más complicado que dejarnos guiar con la palabra. Pero téngase en cuenta, que esta pasión por el verbo, ha perdido valor y valía entre todos nosotros. Justamente, para los creyentes, la solemnidad de la Asunción de María al cielo en cuerpo y alma nos recuerda, en el corazón del verano (15 de agosto), cuál es nuestra morada verdadera y definitiva: el paraíso. También, para los no creyentes, cada día es un nuevo amanecer en el reservado abecedario existencial, lo que nos exige conversar interiormente desde nuestra innata ética. Bajo esta perspectiva, de creencia o increencia, a todo ser humano le es concedido conocerse a sí mismo y meditar, alejado de murmullos, sabiamente sobre sí.
Sea como fuere, esta concepción de la vida esperanzada, capaz del restablecer el paraíso como lugar de labranza poética y espiritual, se hace fértil cuando con el ojo del alma entramos en sintonía con lo que somos, el verso callado y la mirada profunda. Por eso, jamás destrocemos el silencio si no es para regenerarlo, por mucha fe que pongamos en el progreso. El ser humano avanza en la medida que sabe trascender, propagarse su humanidad, sentirse útil para los demás. ¡No utilizado por los demás!. Eso hace mucho ruido, pero genera pocas satisfacciones interiores. La persona nunca puede ser liberado solamente desde el exterior. La ciencia puede contribuir mucho a la humanización del mundo. Lo mismo sucede con la técnica, puede ayudar a que las culturas puedan unirse. Pero también logra destruir al ser humano y al mundo, si no está orientado en el auténtico amor.
Realmente, cuando uno experimenta ese amor profundo por su semejante, desde el silencio más hondo y compartido, acaba renaciendo, o al menos, injertando un nuevo sentido a su propia existencia. En consecuencia, estimo que es bueno nacer cada día en esa relación humana, sin descuidar a nadie, abrazando al universo, pero al mismo tiempo, lo que ha de darnos ánimos, es nuestra propia búsqueda sobre lo que somos y lo que queremos ser; sabiendo, como decía el dramaturgo español Jacinto Benavente (1866-1954), que: "nada fortifica tanto las almas como el silencio; que es como una oración íntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas".
Al fin y al cabo, uno es tan partidario de la disciplina del sosiego y la quietud, que podría escribir un tratado de pensamiento dejando fluir el corazón únicamente. Es, precisamente, esa fortaleza que todos poseemos, en mayor o en menor medida cultivada, la que nos hace aguantar las adversidades y ascender como individuos. No olvidemos que el agua es más fuerte que la roca y hasta el mismo silencio es más fuerte que la dicción. Recomiéndese, pues, sigilo para que el alma pueda seguir caminando, concibiendo y madurando. Dicho queda, como prescripción amorosamente probada. Pienso que andamos hambrientos de este reposo, absortos a un hervidero falso de cantinelas que nos dominan y alborotan.
Comentarios
anonimus
2015-08-15 22:27:46
AmorHechizos de amor
Oración a san Cipriano para que regrese tu amorORACIÓN A SAN CIPRIANO
Por los poderes de san Cipriano y de las 3 almas que vigilan san Cipriano___ vendrá ahora detrás de mi ___, va a venir arrastrándose y enamorado lleno de amor, de deseo para volver y pedirme perdón por mentir y para pedirme en noviazgo y más tarde en boda lo más rápido posible.
San Cipriano tendré ese poder que él olvide y deje de una vez cualquier mujer que pueda estar en su cabeza y vuelva a asumirme y declararse para que todos vean.
San Cipriano aleje de ___ cualquier mujer, que él me busque en todo momento hoy y ahora, deseando estar a mi lado, que él tenga la certeza que soy la mujer perfecta para él, que___ no pueda vivir sin mí y que ___ siempre tenga mi imagen en su pensamiento en todos los momentos.
Ahora donde este con quien este, el me buscara porque el pensamiento de él está en mi.
y al acostarse que sueñe conmigo y al despertar que piense en mí y me desee, al comer piense en mi, al pisar que piense en mi, en todos los momentos de su vida piense en mi.
Que quiera verme, sentir mi olor, tocarme con amor, que___ quiera abrazarme, besarme, cuidarme, protegerme, amarme las 24 horas de todos sus días haciendo así, que él me ame más y que sienta placer solo por oír mi voz.
San Cipriano haga a __ sentir por mí un deseo fuera del normal, como nunca sintió por otra persona y nunca sentirá. Que haya placer solo conmigo, que haya deseo solamente por mi y que su cuerpo solo a mi pertenezca, que solo tenga paz si está bien conmigo.
Te agradezco a ti san Cipriano por estar trabajando a mi favor y voy a divulgar tu nombre en pago de amansar a__ y traerlo enamorado, cariñoso, devotado, dedicado, fiel y lleno de deseo a mis brazos.
Rezar 3 días y divulgar en 3 sitios diferentes
anonimo
Mán danos tu hechizo de Amor
El Rincón del Vago, en Salamanca desde 1998 - Condiciones de uso - Contacto