Filosofía marismeña

Señal que caminamos “sancho”

MC Ramón Larrañaga Torróntegui

Viernes, 13 de Mayo del 2016. 2:36:59 pm

Letra más grande

La vida nos ofrece múltiples sentimientos los cuales sacamos en cualquier circunstancia.- Escuchamos que debemos ser en esta u otra forma para vencer la tristeza y encaminarnos a la felicidad y aunque la idea de esto está llena de caminos y actitudes considero que empezar en este camino es: Se, optimista, mira el vaso lleno en donde otro lo vea medio vacío.- Te sorprenderás que la vida entrega más cosas buenas que negativas, vive cada instante al máximo, se desinteresado.- Da más de lo que recibes y comparte, has más por los que te rodean y menos por ti mismo, ríe más, vive en el presente, olvídate del pasado o úsalo como experiencia, los planes son importantes cuando se cumplen sus metas, haz lo que siempre has querido hacer, no estés pensando en lo que los otros piensan de ti, piensa en lo que tú piensas de ti mismo, se bueno con todos, la bondad es la llave de la felicidad, haz lo que disfrutas, no lo que otros hagan siguiéndolos, alienta a quienes estén cerca amar la vida, ellos te lo regresaran.

Regresa y disfruta un programa de niño en la televisión, juega un rato con ellos. Visita lugares en donde vendan casas, asiste a un restaurante y pide lo que nunca has comido. Págale a todos los que les debes dinero, recuerda hasta los más lejanos a quienes les quedaste mal y rectifica haciéndolo, siéntete cómodo contigo mismo, acepta tus errores del pasado, no trates en ocultártelos o justificarlos, si piensas mucho en el pasado, lo estás haciendo presente y este te limitara la felicidad.

El ser valorado como desarrollado por la sociedad es aquel que a través de su vida diaria busca ir avanzando en el cultivo de sus pensamientos y acciones. La vida nos planta en múltiples situaciones en las cuales renegamos en el sentido de que ¿Esto es vivir? Sobre todo cuando las esperanzas se vislumbran inalcanzables, o se esfuman estando cerca creando en el alma ese espíritu de desesperación y congoja que nos hace sentir que todos los caminos se cierran sin tener sentido del ¿Por qué? Es en este instante que la mente flaquea y hace que valoremos el pasado, el presente en busca de encontrar un camino que nos mueva por el sendero de la felicidad.

El ser humano esta programa para verse rodeado de personas que lo estimulen y le repitan constantemente los excelente que es como persona, que le festejen triunfos inexistentes, lo alaben por nada y hagan de su entendimiento la banalidad del egocentrismo como forma de triunfo. Vive y triunfa en razón de otro, en saber que se acuerdan de él, que pronuncian su nombre, que está presente sin estarlo. Ésa es la verdad: no todo el mundo se fortalece y desarrolla su potencial humano con el amor que otros seres entregan en la relación social inmediata; muchos se debilitan y dejan de ser ellos mismos, tratando en ser, lo que los demás desean que sea. Hay que vivir la vida y elevar el espíritu sobre las cosas mundanas en busca de que el espíritu no muera por su culpa. Amar a otro ser humano no debe ser jamás, un acto denigrativo o impositivo cargado de culpa en donde dejas de ser tú y te complace sentirte maltratado o humillado bajo el yugo de otra persona.

Nos desesperamos cuando una persona utiliza el chantaje diciéndonos que dejo en amarnos porque no hicimos lo que ella deseaba, ese rechazo nos lacera el espíritu, se vuelve un tiempo interminable, nos causa dolor la incertidumbre al valorar si se hizo lo correcto sobre todo que no aprendemos desde niños a valorar este juego entre la persona que realmente nos quiere como somos y la que nos usa a su antojo durante la mayor parte de nuestra vida. Manipularnos y darnos cuenta de esta situación es como cuando nos cae un jarro de agua helada en la cara en pleno invierno y nos agarra dormidos. Existen personas que pasan su vida humillándose, rogando ser queridas, suplicando amor, insisten y persisten a pesar de estar conscientes que no la quieren “La usan”

Los humanos contamos con dos armas que usamos según estemos desarrollados espiritualmente: La más fácil en utilizar es el chantaje emocional. Se aprende a su uso que pocos son los seres que no caen en el mismo porque quien lo ejerce sabe que la punta de la daga para que hiera debe entrar en donde más duele y esa parte del sentimiento se llama ego.- Hacer que la persona se sienta avergonzada por no hacerlo, culpabilizarla de lo que pasa, crear la emboscada mediante argumentos o lloriqueo para que la situación penetre en lo profundo del alma. Hacerlo que pierda la confianza en sí mismo, que se sienta la peor persona del mundo, bajar su auto estima hasta que caiga rendida. Atacar su integridad, su dignidad, las buenas costumbres, romper la burbuja sentimental para vencer la resistencia.- El precio que se paga al negarse es muy alto porque emocionalmente daña lo más hondo del espíritu.

Ser un humano espiritual, es tener la capacidad en inspirar a otros, generar simpatía, admiración, llevar en los labios el símbolo de la sinceridad, hablar con la verdad y no a medias mentiras. El ser espiritualmente feliz es no ver la vida como un valle de lagrimas sino de inspiración divina en donde existe siempre la oportunidad en servir a al prójimo. Ver la carencia como abundancia, la privacidad como reto, la desgracia como oportunidad en servir.