Filosofía Marismeña

Tonto de capirote

MC Ramón Larrañaga Torróntegui

Martes, 28 de Junio del 2016. 2:30:14 pm

Letra más grande

Quisiera ser tolerante, menos negativo, pero no puedo con tanto tonto suelto. Dicen que son inofensivos pero hablan más que cualquier normal. Señalan cosas que ofenden y sonríen como si fuera gracia lo dicho. Ya lo he dicho, no es el caso en que me caigan mal por ser tan tontos, sino que su palabrería saca de quicio por ratos al más pintado, con lo bien que le vendría cerrar la boca un momento, pero “No” parece trae hasta la boca ajena prestada. El lunes que fui a tomar café con unos amigos me la pase lidiando con uno de estos especímenes que tal parece brotan desde el mismo pavimento. Si, bien es cierto existimos un 70% de tontos activos y estamos muy repartidos en todas partes aunque el mundo en donde me desenvuelvo parece los está acumulando, tocándome ocho de cada diez. Tonto es el que no entiende, el que no sabe y se dedica a interrumpir la plática “No, seas tonto, deja que hable.

Normalmente es un tipo inofensivo, aunque en sus alcances es desmedido y no renuncia a que nadie platique sino que lo escuchen.- No alcanza a saber que es un tonto con iniciativa.- Va suelto por las calles, le gusta ser el centro de atención, quedar bien aunque en su expresión agreda al otro que se encuentre cerca. Normalmente un tonto se expresa mal de todos, sabe los mínimos detalles en todos los tópicos tratados. Siempre está hablando sin dejar pensar a los demás, es caprichoso y en un abrir y cerrar de ojos ya domino la plática.

A nadie le hace gracia que lo califiquen de tonto de Capirote, pero es un calificativo popular que nos llego desde España.- Exponen que el tonto de Capirote un buen día vendió sus zapatos para comprarse las agujetas, que vendió su vaca para comprar leche y, así podría continuar exponiendo ejemplos y, hasta se a dicho que si corre en una carrera en donde nadie se inscriba “Llega a la meta en segundo lugar” Son tantas las boberías que nació este mote.

Tonto de Capirote.- Decía mi abuela.- A decir verdad ella sabia a lo que se refería con lo de capirote, lo peor no es que no lo supiera, sino que posiblemente ni siquiera les pueda interesar, pero ahí les voy.- El origen del capirote está relacionado con la Inquisición, cuando a las personas se les castigaba se les imponía como sanción llevar esta prenda en la cabeza que les cubriera el pecho, la espalda y una capucha en la cabeza el cual era de cartón.

Posteriormente en las escuelas cuando se castigaba al niño, se le ponía en una esquina con un cucurucho en la cabeza volteado mirando a la pared y los niños sabían que estaba castigado por tonto con capirote. Ya llegarían posteriormente las orejas de burro. Hoy en día esta prenda la podemos observar con los ku klux klan, Iglesia católica y otras cofradías quienes las usan en sus actos litúrgicos. En semana santa, en algunos pueblos donde se celebra la marcha del silencio también sigue siendo usado vestidos de negro con el capirote puesto.

Al tonto de capirote; le molesta que no atiendas lo que dice, que no te des cuenta que existe y, que su repertorio es muy amplio. Es un tipo que te despelleja si le das la espalda y suele traer frita a una persona con quien sabe se puede ensañar sin recibir respuesta.

Se mofa en ser gracioso, habla con grandilocuencia, es tremendo para vender sus historias a flor de labios, es tanto el problema en no poder callarlo que la gente prefiere darle la razón en busca de no estarlo escuchando “Cansa” con ganas de meterle un trapo en la boca sobre todo a ese tonto de capirote que es experto en ofender y si le contestas se hace el ofendido.- Tira la piedra y esconde la mano.- Cuando te topes con un tonto de capirote, no trates de comer en el mismo plato. Seguro conoces a uno, ya que esta especie abunda por las calles, se mezcla en las reuniones en busca de presencia y exaltación.

Ahora bien.- No te confundas.- Existe una anécdota sobre este comportamiento: En un pueblo del cual no se recuerda su nombre sucedió en su cantina.- Todos los que tomaban para divertirse esperaban que llegara el tonto del pueblo y le ofrecían dos monedas.- Una de peso y otra de 20 centavos.- El tonto escogía la 20 centavos, esto ocasionaba risas entre los parroquianos.- El cura mando llamar al tonto y le pregunto ¿Por qué escoges la de 20 centavos, si sabes que la de peso vale cuatro veces más? Lo sé, señor cura.- Contesto el tonto.- Pero el día que escoja la de peso, el jueguito se me acaba, no me darán más a elegir y no voy a ganar mi moneda de 20 centavos.- Durante el día me dan a escoger hasta 20 veces.

La conclusión es: No todo el que se hace pasar por tonto lo es, la ambición, no es buena consejera. La percepción que nos deja es que existe gente que le gusta pasar por tonto para divertirse “Chasco” y no le importa lo que otros digan sobre su personalidad. El mayor placer en estos personajes, es que los consideren tontos mientras se están riendo por dentro de aquellos que se consideran inteligentes.- La apariencia es engañosa.