
José Manuel López GarcÃa
Viendo el debate de investidura parece que la suerte está echada, y Rajoy no logrará ser investido. DeberÃa ser el inicio de una oportunidad para que el candidato socialista buscara un acuerdo con Unidos Podemos y otras fuerzas polÃticas nacionalistas o no, con el fin de intentar ser candidato a la Moncloa. Ya que, de lo contrario, las terceras elecciones parece que son inevitables salvo que se produzca, pasado un mes, un nuevo intento de ser investido por parte del presidente en funciones. Lo que me parece excesivo desde una perspectiva democrática coherente.
±or Iglesias ha lanzado duras crÃticas contra Rajoy y Rivera, a mi juicio, merecidas. Porque las cuestiones aprobadas en el acuerdo o pacto entre PP y Ciudadanos son insuficientes para regenerar la vida polÃtica y también para resolver la tremenda situación económica que están padeciendo millones de ciudadanos.
Las consideraciones sobre Rivera por parte de Pablo Iglesias son entendibles, ya que considera que está apoyando medidas de una polÃtica que ha llevado al paÃs a estar bajo el control de una ley de seguridad ciudadana que es inadecuada, porque limita en exceso algunas libertades, etc. Y también porque la polÃtica económica del Gobierno ha sido dictada por Merkel y ha favorecido especialmente el aumento de riqueza para los más poderosos en perjuicio de la gente. Si a esto se añade la LOMCE y los recortes en Sanidad y las excesivas listas de espera y el desempleo, no hace falta mencionar más cosas.
En vista de estas declaraciones en sede parlamentaria de los principales lÃderes polÃticos, parece que no es posible que prosperen las intenciones del segundo manifiesto por un Gobierno de mÃnimos de PSOE, Podemos Unidos y sus confluencias y Ciudadanos que sumarÃan 188 escaños. Especialmente, por causa de las contundentes crÃticas de Iglesias a Rivera.
Otra posibilidad, que es la que desea explorar Unidos Podemos, es alcanzar el apoyo de Sánchez y de otras fuerzas polÃticas nacionalistas o no para llegar a un número suficiente de escaños que haga posible un gobierno de cambio distinto al actual. Y aunque sea muy difÃcil podrÃa explorarse para no ir a las terceras elecciones. Creo que no es algo absolutamente imposible como aseguran la mayor parte de los comentaristas polÃticos. Una cosa es que sea algo extremadamente dificultoso y otra muy distinta es que sea algo inconseguible.
Y para complejizar más el ambiente polÃtico algunos barones del PSOE indican que prefieren la abstención para facilitar la formación de un Gobierno de Rajoy y, de este modo, mantener el funcionamiento de las instituciones junto con los compromisos económicos con la Unión Europea, entre otras razones. Y frente a esto, Sánchez sigue, afortunadamente, reafirmando su estrategia del no y manteniendo el tipo respecto a sugerencias más o menos veladas de algunos miembros destacados del partido socialista.
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