
J. Trinidad Espinosa M*
La paradoja del poder; el Presidente Enrique Peña Nieto es el líder natural de su partido político, tiene de su lado a la mitad de los gobernadores del país, a las dos terceras partes de los gobiernos municipales y más de la mitad de los congresos locales, la mayoría en la cámara de diputados federal y una mayoría relativa en el Senado de la República: pese a esa realidad y fuerte presencia en la representación política del país, el Presidente Peña parece estar más solo que nunca.
La prensa nacional y extrajera cotidianamente se ensañan con su persona y su investidura, no existe límite para la crítica destructiva y entre más especulativa, más credibilidad le otorgan los que la leen o escuchan.
Pareciera que la consigna es y así se percibe, destruir a como dé lugar la imagen institucional y política del Presidente Peña. Apachurrar su imagen y su persona, que no le quede lugar sano en la investidura presidencial y como ser humano. El objetivo es ignorar lo bueno y magnificar lo negativo.
Ante esa insana especulación, a quien esto escribe, también se le antoja especular y hasta afirmar que toda esa parafernalia informativa, destructiva de la investidura presidencial, obedece a una bien orquestada estrategia mediática para echar de la presidencia al PRI. En la democracia es válido que así sea, sin embargo debe haber límites y esos deben ser que el daño no llegue a las instituciones y no se atente contra la estabilidad y seguridad nacional.
Lo cual se ha ignorado; no hay escrúpulo ni limite que contenga a los críticos del Presidente Peña. Que si bien ha cometido errores no son de la magnitud como para querer lincharlo mediática y políticamente.
En contraparte están los aciertos ¿qué cuáles son? al ver cómo está la situación social, política y económica de México en el contexto mundial, nos da las respuestas y confirma que no todo han sido errores o malas decisiones.
México es la economía número 14 en el Mundo y la numero 2 en américa latina, por encima de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y Venezuela. El problema es la mala distribución de la riqueza nacional que se queda en unas cuantas familias, dueñas de las grandes corporaciones empresariales, que egoístamente se resisten a compartir las ganancias de sus empresas y negocios con los trabajadores que contribuyen a ello.
Sencillamente si el Presidente Peña no actuara con responsabilidad, México estaría sumido en una crisis económica de grandes proporciones y el pueblo en la peor de las pobrezas; lo cual no es así. Se batalla con los efectos de la crisis económica mundial y sus repercusiones en el país, haciendo de lo que pudiera ser algo negativo una oportunidad para mejorar todo lo que tiene que ver con la economía nacional.
*Académico de la UAN y analista político.
Comentarios
A RIO REVUELTO
2016-09-12 18:55:09
En el ausentismo de poder o mas bien de un presidente energico los funcionarios y gobernantes hacen de las suyas al igual que los politicos y partidosagenoas al del presidente aprovechan para hecer puras criticas destructivas y nadie se acerca para aconsejar bien y brindarle el apoyo para fortalecer no se nos olvide que es el presidente de los mexicanos bueno eso digo yo, Fox Y calderon cometieron muchas estupideces y nadie dijo nada se quedaron callados.
A QUE TRINI
2016-09-13 16:18:15
NO HAY PERIODISTA QUE NO SEA LAMBISCON Y TAPADERA DE PEÑA NIETO QUE ES UN ASESINO ,RATERO Y PEN DEJO.
Invitado
2016-09-14 01:17:30
Hay cosas indefendibles que por lo mismo no se pueden defender, don Trini, qué mal se ve usted tratando de dar a entender que todo lo que se dice sobre Peña Nieto son calumnias, infundios, dislates, difamaciones, etcétera, pues todo, todo está bien documentado, su presidente es un idiota en todos los sentidos y además, los señalamientos no se le hacen a la investidura presidencial, sino a la persona que la ha sobajado a más no poder, así que no son los medios ni las redes sociales quienes han estado degradando la figura presidencial, es el mismo presidente Peña Nieto quien se ha encargado de ofender esa investidura que muy posiblemente usurpó.