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Filosofía Marismeña

Ave Fénix

Ramón Larrañaga Torróntegui

Viernes, 18 de Noviembre del 2016. 8:24:11 pm

Letra más grande

Una pregunta que nos hacemos siempre, es ¿Existe la eternidad? ¿Somos entes que viajamos mediante el alma renaciendo en otro cuerpo, sin memoria inmediata? Nos preocupa más el morir que el vivir la vida en su momento presente.

La vida nos da la oportunidad en ser agradecidos y estos son los pasos que ocupamos para llegar a la felicidad escudriñada.

Las personas pasamos contando los años vividos y pensando ¿Cuánto me queda para morir? Cuando niños, no nos inquieta esta situación, ni siquiera está en nuestra mente “Vivimos el presente” Y, en edad un poco más allá que la adulta es cuando intentamos voltear atrás reflexionando en lo que se va quedando “Añoranza”. De niños, saboreamos la vida.- jóvenes.- Pensamos que jamás se va acabar, mucho menos nos inquieta la futura jubilación o el estatus en el que quedaremos al final del camino, cavilando que eso no nos corresponde.

Llega la edad en la que dejamos en soportar a personas que consideramos absurdas en sus posiciones sociales sobre todo aquellas que llegan a presumir logros materiales y abusan mencionando que la otra persona no consiguió amasar bienes materiales, mirándonos como una persona fracasada. Nos llega la edad en la que ya no estamos dispuestos a lidiar con personas mediocres.

Al asistir a reuniones sociales topamos con personas cargadas de soberbia, ego centrista que asiste en busca de reconocimiento o en manipular sus egos insatisfechos.

Amigos o familiares que llegan con un costal de envidias y a toda costa tratan en hacerse presentes con sus supuestos logros o talento no identificado por la sociedad. No es necesario proclamar a los cuatro vientos lo que estás haciendo por los demás. Las grandes acciones se reconocen fácilmente y siempre se comentan.

Reuniones que no deberían ser para discutir ¿Qué titulo has obtenido? ¿Cuánto ganas en tu trabajo? Y si discutir la pregunta principal que jamás se choca ¿Cómo has avanzado en tu crecimiento de alma? La vida de cada ser humano no tiene prisa cuando en avanzar como ser humano se requiere. Quiero cavilar que la mayor virtud es la esencia sin bienes materiales, sino humano. Solo es pobre aquel que eligió amigos ignorantes en su cualidad de vida.

Ser alma pura, es saber reír de la vida, ver nuestros errores y buscar corregirlos cuando exista la oportunidad en hacerlo y si no existe forma en que se de esta situación es mejor olvidarles.

Los errores en las reuniones jamás se mencionan, más bien se esconden, se les huye, se deja la responsabilidad en que es otro el “Culpable”. La vida nos da la oportunidad en ser personas dignas, integras, honrada. Caminar con la frente en alto sin mentiras o falsas modestias para que realmente pensemos que vale la pena el vivirla. Esto se logra cuando seleccionamos a nuestros amigos, familiares, personas que estén cerca y que nos ayuden a crecer con madurez en la esencia del alma.

La vida nos da momentos malos y pocos dulces “Dulces y amargos son importantes” No hay que pretender que siempre sean dulces, sino que la meta es saborear ambos con la tranquilidad y madurez adquirida para caminar en paz por esos senderos incomprendidos del ser, los cuales a cada paso vamos descubriendo y llamamos “Experiencia” Sabiendo que cada persona con la que tenemos la oportunidad de convivir siempre nos dejara algo ya sea positivo o negativo, y que de nosotros depende el tipo de enseñanza que deseemos conservar.

Los niños son como esponjas “Todo absorben” Olvidamos que los adultos también tenemos esta capacidad, solo es cuestión en prestar atención a las personas que nos rodean y saber el tipo de inquietudes que el alma está adquiriendo en la convivencia con ellas “Como el Ave fénix” Nuestras alma y su espíritu necesitan personas buenas cerca de nosotros para crecer, para que esa energía nos sirva y podamos absorber los buenos y sanos propósitos.

Si el grupo es negativo, llegara el momento en que sin darte cuenta estarás dentro del mismo “Esto ocurre, nos guste o no” Lo menos deseable es convivir con personas negativas “Frustradas, ego centrista, vanidosas, incomodas” Ellas desgatan la felicidad que estamos buscando con sus deseos reprimidos y sobre todo vuelve gris nuestra alma, castra la buena intención.

Ganar, es avanzar en alma y espíritu, esto hace que estalle la vitalidad en la forma en que vemos las cosas que suceden. Vivir con este tipo de personas cerca hace que el tiempo parezca se ha detenido, los conflictos sociales no lastiman el alma y sobre todo influyen a que nos sintamos muy diferentes en función de ¿Cómo analizamos la vida? La vida no es un verano sufrido o un otoño nostálgico sino el momento en el que nuestro cerebro viva y se sienta en paz con las personas que están en nuestro entorno.- Esta es nuestra prueba.- Es la tarea a resolver dejando atrás la incertidumbre que ocasiona la posibilidad de una futura eternidad.

Encontrarnos con personas amables, sanas, honestas nos produce la satisfacción que hace descansar el espíritu, nos da longevidad, menores problemas cardíacos, mejor sistema inmunológico, menos propensión al cáncer.

Es importante encontrar personas cerca de nosotros que con su amistad nos ofrezcan estos beneficios, una mejor calidad de vida. Una persona sana en acciones es más feliz.

Esto se transmite en las emociones primarias las cuales tienen que ver con el futuro de nuestra vida. Revitalizar el alma y el espíritu, viene de la mano de ¿Con quién te juntas?

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Comentarios

Faustina Soltero Moreno

2016-11-21 06:19:14

Mazatlán, Sin. 21 de noviembre de 2016. Yo Faustina Soltero Moreno reconozco la excelencia deltexto sobre nuestro convivir con personas que nos hacen crecer con su sabiduría y otras que pretenden destruir tus sueños y metas. Se que quisiéramos muchas veces que todo nos saliera bien, pero no, en el camino te encuentras con situaciones que fluyen y otras que pretenden truncar tu vida. Por ello se dice; si las cosas fueran fáciles cualquiera las haría. Pero precisamente esos obstáculos son los que te hacen crecer como ser humano. Por ejemplo; cuando mis hijos eran pequeños la guerra era diaria porque si me quedaba sin dinero a mitad de quincena; ellos tenian que comer, en muchas ocasiones una vecina de nombre Minerva Noriega me decía; Faustina tengo esta comida, ¿la quieres? Parece que ella sabía cuando estábamos en problemas, si no nos íbamos con mis papás o yo salía a vender algo. También recuerdo cuando mis hijos: Salvador y Giovanni iban a entrar a la Heróica Escuela Naval Militar; les dije no se preocupen su madre los va a sacar adelante y si ustedes quieren van a entrar, fue cuando yo tenia una plaza de maestra en el matutino y empecé a trabajar de pulmonera de 4:00 P.M. a 4:00 A.M. lo hice con mucho gusto porque, 12 horas diarias sin parar. Hice muchos amigos, en varias ocasiones en la madrugada recibí el apoyo de taxistas y pulmoneros cuando la unidad dejaba de funcionar, me siento también muy orgullosa de la policía municipal porque siempre me los encontraba, me pitaban y en ocasiones revisaban a mis pasajeros. Tuve experiencias muy bonitas de mucho aprendizaje porque como chofer de una unidad transportista ves cosas que ni te imaginas y abres los ojos a realidades inimaginables, o sea que Mazatlán vive de noche con su música, su gente alegre, etc. Pues bien, pasado un tiempo logré el objetivo, pagué capacitación militar, mis hijos pasaron el examen en Mazatlán y Veracruz, pagué paquetes de ropa y accesorios que se requerian y otros gastos, me sentía satisfecha de haber contribuido al sueño de mis dos hijos varones. A los meses me asaltaron dos veces, en uuna me quitaron el dinero solamente en la otra a las 2:00 A.M. me hicieron que condujera hacia la colonia Quinta Chapalita junto a la vía, un lugar solitario, oscuro con casas viejas, abandonadas por los ferrocarrileros, al llegar al lugar mencionado ya les habia dado lo ganado y cerré mis ojos; diciendo; ¡Señor, me pongo en tus manos! Y al ya no sentir el cuchillo en mi espalda abrí los ojos y ya no estaban. Salí del lugar y al venir de regreso a mi casa, me agarró la crisis de nervios en la gasolinera de la Pepsi; lloré sin parar como dos horas, asi hasta que pude manejar, entregué la unidad al siguiente turno , llegué a mi casa, me arrodillé ante Dios por haber permitido llegar a casa, me metí a la cama con mis hijos, los colmé de besos, abrazos y me dormi un rato para ir a trabajar a la primaria.

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