
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Todos tenemos necesidades y podemos mirar a quienes están bien, pero también podemos ver a los que no lo están y darles una mano si está a nuestro alcance. Las buenas obras es cosa de todos los días para quien está comprometido con su prójimo. Sin embargo, muchas veces las dejamos de lado por estar muy pródigos en nuestros problemas. La ayuda al prójimo debería ser una tarea de todos los días. Hay que tener presente que lo único necesario es la voluntad de tenderle la mano a quien lo necesite, es cuestión de sentimiento y consciencia, por tanto sólo debes atreverte y darte la oportunidad en sentirte útil para la gente que necesita más que usted.
Tolerar es respetar a la otra persona la cual es diferente a mí, en su aspecto físico, en sus gustos y preferencias, ideologías y en su idiosincrasia. Respetar al otro significa que no se le impone a su identidad, que no se procura cambiarle su punto de vista pese a que es opuesto al suyo. Si todas las personas fuésemos exactamente iguales, no sólo la vida sería demasiado aburrida, sino que tampoco tendríamos la posibilidad de aprender unos de otros. Gracias a que existe la diferencia es que podemos dialogar, debatir (recuerda que debatir es proponer puntos de vista opuestos o complementarios, no necesariamente "chocar"), podemos aprender unos de otros, también gozar de la diferencia.
Es tener la voluntad para Intentar convencer al otro de nuestro punto de vista en conciliación, por ejemplo, cuando uno quiere comida china y el otro prefiere la mexicana, cada uno emitirá su particular punto de vista en cuanto a gusto se refiere. Estas diferencias son necesarias en una sociedad, como lo es, el que las personas tiendan acercar sus discrepancias tendientes a metas comunes.
De este modo, podemos ver que los desacuerdos son necesarios. Y esto incluye, como vimos en el ejemplo, las diferencias en gustos y cosas simples, o también en asuntos más delicados. Si su vecino es de una religión opuesta a la suya, se debe ser tolerante aprendiendo a respetarlo. Tan simple como Respeta para que se le respete. Saber que el bien y el mal es unja apreciación marcada por una costumbre y va más allá de formas, gustos, con un fondo en identidad la cual no siempre tiene relación con la moral y lo legal.
Ayudar al prójimo, tiene que ver con la virtud llamada Caridad Son un acto de amor, de vocación, y de actuar sin esperar nada más que la satisfacción de haber servido ayudando al prójimo. Ayudar al prójimo, se inicia con la mañana cuando damos el saludo en el buen día y termina cuando llega la noche para descansar el espíritu. Las personas siempre necesitan palabras de aliento, no necesariamente Dinero Enseñar a una persona, lo que ocupa saber, es una forma en ayudar al prójimo, eso le sirve para emprender el camino con otro conocimiento y la satisfacción en que existen personas capaces en dar sin esperar nada a cambio.
Ayudar al prójimo tiene que ver con darle tiempo para escucharlo, cariño, sonrisas, respeto, compatibilidad. Si la persona se siente sola o busca un consuelo lo mejor que se le puede apoyar es con cariño y afecto (Hacer que recupere la confianza en sí mismo, una charla agradable, una sonrisa compartida, alegrarle el día sin pedir nada a cambio). Hacer feliz a una persona es apoyarla en sus sentimientos en busca de su pronta recuperación puesto que cuanto más la escuches y mejor le des ayuda, mayor será tu dicha.
Cuando de corazón queremos ayudar a alguien no necesariamente tenemos que hacerlo con dinero; los buenos consejos y una palabra de ánimo también son buenas. Claro que se puede hacer mucho más, pero hay quienes hacen mucho menos. Muchas veces nos da tanto temor que no nos quieran, que no podemos hacerle frente a diferentes situaciones. Cada uno somos dueños de nuestro propio destino, así que debemos saber que nadie alcanzara a decirte después de muerto lo que hiciste bien o mal (sólo Dios, si crees en su existencia).
Por esta razón, debes actuar según tu criterio, no temas a esa persona frustrada que quiere pisotear o que piensa que puede decidir y manipularte. Respetarse a sí mismo es decir Yo pienso esto" sin llegar a desencadenar una lucha de ego para ver quién tiene la razón o imponer su idea sin bases. Cuando se pierde la fuerza se expone la debilidad con la frase Las cosas son así y punto, las tomas o las dejas. Ser débil no permite tomar en cuenta otros puntos de vista. Está bien defender la opinión propia, pero algunas personas terminan por enfadar, otras ceden por cansancio buscando no chocar en tal forma que se puede llegar a perder la amistad.
Se ha perdido la tolerancia, el respeto, la aceptación de una divergencia. Un religioso quiere convertir a otro en seguidor de su religión. Una costumbre se quiere imponer mediante la fuerza o mediante leyes. Existe una marcada desconfianza para quienes solicitan ayuda en la calle. Nos hemos llenado de prejuicios enjuiciando que son los otros los únicos equivocados y lo que nosotros hacemos merece el aplauso. Intenta tan solo por el día de hoy ponerte en el lugar del otro. Aprende a escuchar. Oír es muy importante para solucionar cualquier desavenencia o problema. Practica el arte de la paciencia. Evita juicios y acciones precipitadas. Pide disculpas. Demuestra interés por el otro, por sus sentimientos y por su realidad de vida. Esfuérzate en comprender las diferencias y no en ganar.
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