Acceder a la Guía

Filosofía marismeña

Afectarse el alma

Ramón Larrañaga Torróntegui

Viernes, 30 de Junio del 2017. 5:03:55 pm

Letra más grande

La forma sencilla en que se ve observa la envidia; es valorar a una persona haciendo una comparación o emitir un juicio negativo sobre ella. su cara, físico, posición social, carro, casa etc. quien la hace: exalta de lo que carece y desata el demonio del deseo por tenerlo. El profesor que compara un alumno con otro, el familiar con los hermanos ¿quién es mejor o peor? crecemos enfermos con este extraño y deficiente síndrome de la comparación desgastante lo cual genera el demonio de la envidia al estar al pendiente en lo que tiene otro y de lo que se carece.

> Parece como si nuestro valor siempre estuviera en relación con lo que han conseguido terceras personas, con sus éxitos y logros. La sociedad nos enferma al empujarnos y nosotros al caer en el juego del demonio miserable que se encuentra a la expectativa del ¿cuánto ganas en el trabajo? y, suelta lo negativo.- ¿lo merece por lo que hace o no?, y si no está por encima lo envidia, critica de tal suerte que busca caiga, pierda su estatus o si su pareja nos parece atractiva se antoja como bocado.

La acción diaria nos empuja a compararnos. Saber que un compañero de trabajo gana más que nosotros nos indigna, pero también criticamos que el vecino se haya comprado un coche más grande que el nuestro o envidiamos la suerte de aquél que tiene una pareja especialmente atractiva o agradable. Esta actitud mezquina provoca sentimientos como los celos o el resentimiento, al mismo tiempo hace que nos concebimos menos respecto a quien que creemos que nos supera. ¿Estar al pendiente de lo que otros hacen o logran? las personas que están pendientes de lo que otros son y tienen.- están condenadas a vivir en la insatisfacción. El hecho en compararse no les permite darse cuenta de qué es lo que ellos tienen de bueno y positivo. En definitiva, la comparación nos envilece y no nos permite crecer saludablemente.

La felicidad se localiza en el hecho en estar contento con uno mismo sin juzgar o estar sufriendo al ver a los demás comparándonos constantemente.- baja auto estima. La envidia es hija de la insatisfacción, baja auto estima y desequilibrio psicológico. a los jóvenes se les enseña admirar personajes que han dejado una marca en su historia como napoleón, Alejandro Magno, Benito Juárez García, o incluso a personajes exaltados en película que jamás existieron sin embargo lejos en desarrollar lo que se pretende con ello terminan acumulando envidia al observar que no son más que el vecino, amigo (materiales).

La infelicidad surge de la profundidad de una necesidad no cubierta, misma que se vuelve un obstáculo para analizar lo bueno, en corto, presente con lo que se cuenta como es el hecho de amar a las personas con las que conviva, confiar en uno mismo, interpretar y saber cuáles son nuestras verdaderas posibilidades sin esperar a que otra persona nos las diga. Querernos y valorarnos.

Enfermar el equilibrio emocional es estar viendo por la ventana al vecino, al compañero de trabajo, al amigo en lo que tiene y criticar por no tenerlo uno y sufrir al sentir que nos falta. No miramos a lo nuestro porque ya está con nosotros, es de nuestra propiedad mientras que lo del vecino, amigo, familiar no sabemos en el cómo hacerle para obtenerlo sin importar terminar enredado por conseguirlo. Aprecia lo que tienes, aprende a vivir contento, alégrate si un amigo le va bien y deja de juzgar. Reputando no se aprende y si se genera odio, rencor, se acumulan cargas negativas de las cuales ya no podrás liberarte. Si un amigo o familiar siempre te está hablando del dinero, casas, carros que tiene.- es un claro síntoma en que tu amigo anda mal psicológicamente y es momento de reflexión para que no trates en imitarlo porque ni tú, ni el, serán algo que no son con ese sufrimiento.

La riqueza espiritual no es imitación.- la esencia es pura, clara, única, irrepetible, he intransferible.- no es sano sacrificar los sentimientos enfermándolos por imitar. No todo lo que brilla es oro, a veces lo que se ve, no existe y atrás de una cara de satisfacción existe angustia, avaricia, miedo, infelicidad y baja auto estima. La fachada no es la casa interior ?nadie sabe lo que lleva adentro? probamente esa persona esté viviendo una desgracia que lo hace ser auto destructivo por conseguir cosas materiales las cuales en su niñez pensó se le negaron y ahora presenta su desgracia como éxito o como frustración las presume.

dime de que presumes y te diré de lo que careces.- si escuchas de un amigo o tu pareja: ¡mira como tu hermano, tu amigo! a conseguido comprar casas, carros.- esa persona que te lo está diciendo ¡está enferma, frustrada! y repite sus frustraciones, insatisfacciones aniquilando la auto estima de los que conviven con ella para sentir placer al darse cuenta que ha logrado su objetivo en hacer infeliz a quien se lo dijo.- ese es el error que cometemos sin darnos cuenta al escuchar personas enfermas del espíritu que repiten hasta meternos en su pequeño círculo vicioso de los frustrados, insatisfechos sociales. La persona que sabe amar a su prójimo, ama de verdad sin envidias a todos, deja de juzgar y avanza sin miedos.

El Sol de Nayarit en Facebook:

Danos un voto de confianza y oprime este botón para mantenerte al tanto de cada actualización.

Comentarios

Transformar envidia a admiración

2017-07-02 11:42:42

La envidia es un sentimiento que envenena, enferma, y empequeñece al que lo siente. Esa frustración por desear y carecer de lo que otros tienen. Peor aún, una persona envidiosa se convierte en un portador de veneno que solo existe para enfermar y empequeñecer a las personas que la rodean. En los grupos humanos, la envidia llega a generalizarse tanto, que llega a convertirse en rasgo de una cultura, provocando envenenamiento, enfermedad y empequeñecimiento colectivos, que provocan deterioro en países enteros.
La solución a la envidia, es transformar ese sentimiento natural, a un sentimiento de admiración. Es decir, transformar un sentimiento negativo, a uno positivo; Admirar la grandeza y los valores espirituales, intelectuales y materiales de otros, con intención de mejorar lo propio; Aprender del modo y de las formas para mejorar espiritual, intelectual y materialmente. De esta forma crecemos como personas, como familias y como sociedad.
Las sociedades, familias y personas, requieren de reflexiones existenciales, para corregir estas posturas sicológicas que finalmente significan determinantes en el avance o retroceso del país.

Agrega un Comentario
Nombre:
Cometario:
Nota.- Se recomienda discreción a la hora de vertir un comentario ya que todo lo que se escriba se publicará sin edición, restricción o censura alguna.
El Sol de Nayarit se reserva el derecho de eliminar algún comentario que considere difamatorio o que pudiera ser ofensivo para alguna persona, así como también se reserva el derecho de eliminar cualquier comentario amenazante, intimidatorio o que pretenda difundir temor o inestabilidad social.