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Articulo de Opinión

El Gobierno no le pone sentido al pueblo

Ricardo Esquivel Castañeda

Lunes, 4 de Mayo del 2020. 3:00:33 pm

Letra más grande

Estamos ya en la fase 3 del coronavirus SARS-Cov2 lo que significa que la enfermedad se encuentra en la mayor parte del territorio nacional y donde la mayoría de los contagios se dan por contacto personal; el Gobierno federal para enfrentar dicha situación, continúa limitándose al llamado del distanciamiento social y quedarse en casa.

Ante esta situación nacional y en particular en Nayarit, Antorcha, por ser una organización social que lucha y trabaja defendiendo las causas de los más humildes de todo el país, no puede abstenerse de opinar, de denunciar la situación tan difícil por la que está atravesando la gente más pobre. Es importante señalar que la medida de enclaustrar a las personas repercute en la vida de los mexicanos de varias formas, cuando menos Antorcha lo ve así, porque ve de cerca los problemas, como la falta de vivienda, el servicio del agua potable, la alimentación y el empleo.

Hace unos días el académico Julio Boltvinik, especialista en temas de pobreza del Colegio de México, señaló que, ?ante la pandemia, el Gobierno debería tomar en cuenta el problema de la vivienda en México?; él señaló que, ?de 35 millones de hogares, el 72% cuentan con uno o dos dormitorios; y 29% (10 millones) con un único dormitorio. Que en los 4.8 millones de viviendas que cuentan con un único dormitorio, habitan 19.4 millones de personas hacinadas (tres o más personas en cada dormitorio)?, remató, ?en total en México viven hacinadas 51.3 millones de personas que equivale al 41% de la población nacional?.

La mayoría de los hogares son de uno o dos dormitorios, se vive en hacinamiento, se vive mal, no nos extrañe que después aumenten los contagios por covid-19, porque aquí, cómo guardar la sana distancia, cómo no van aumentar los casos de violencia de género, del maltrato a la mujer si se vive en casuchas o departamentos como para amansar a locos.

En alimentación según lo que reporta el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) del 2018, 20.4 millones de mexicanos presentaron carencia de alimentos y ahora con el cierre de fábricas, hoteles, construcciones, restaurantes, etcétera, seguramente estos datos han ido en aumento. Mientras que millones de mexicanos asegurados se quedaron sin trabajo y ya no se diga de los que trabajan en la economía informal que son de los más afectados por la pandemia. Está claro que ahora hay más necesidad de alimentos porque la gente se ha quedado en casa y sin trabajo, cuidando su salud y sin comida.

El panorama nacional y estatal se ve negro porque según algunas encuestas, como la del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES) que realizó del 16 al 19 de abril de 2020, se confirma una grave situación. A la pregunta de, ¿cuánto tiempo puede subsistir la gente sin trabajar con los pocos recursos con los que cuenta?, el 56% de las familias mexicanas dijeron que sólo aguantarían una semana sin trabajar; 15 días el 21%; un mes el 12% y más de un mes sólo el 3%. O sea que, la mayoría de mexicanos están pasando ya por momentos difíciles. Carencia de alimentos, hambre, el aumento de los problemas intrafamiliares, por mencionar algunos.

Ante toda esta realidad, ¿qué han hecho las autoridades?, desde mi punto de vista, poco, y lo poco que se ha realizado es porque la sociedad ha estado exigiendo una mayor intervención del estado. Eso se puede ver, por ejemplo, en el sector salud, que el presidente Andrés Manuel López Obrador nunca quiso invertir en lo que le aconsejaron los médicos, ahora por la presión y las manifestaciones de los trabajadores de la salud al verse contagiados y algunos que ya han muerto por covid-19, se han estado comprando los insumos para enfrentar la pandemia.
En el caso del clamor ciudadano para que el Gobierno ayude con despensas, sólo en algunas entidades y municipios se han estado entregando, pero son pocas, y en muchas colonias y comunidades ni siquiera una visita de las autoridades han tenido.

El Gobierno federal continúa montado en su macho, porque a él nadie le dirá lo que tiene que hacer. Aquí es importante señalar, que el Gobierno es la máxima autoridad del país, es el que recoge nuestros impuestos, por lo que está obligado a retribuírselo a la población en obras sociales o de la forma que se requiera. Ahorita lo que la gente necesita es comida y el Gobierno se hace que no escucha. No contento con el reclamo popular, se hacen cosas que en vez de quedar bien exacerban el descontento social, como por ejemplo, está la compra reciente, por casi 600 millones de pesos, del estadio de beisbol en Hermosillo, Sonora, cuando es más urgente atender las necesidades de los médicos que por no tener los insumos requeridos están arriesgando su salud; otro ejemplo, es la terquedad de continuar con la inversión en la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco cuando todos los especialistas del ramo aconsejan que es un error invertir, por el momento, en ese proyecto.

Al pueblo se le regatea la alimentación, la salud y se le castiga por no comulgar con el partido que hoy ostenta el poder, no se le pone sentido a su clamor y a sus quejas. Sin embargo, es importante recordarle al Gobierno federal que el pueblo es paciente, pero no se le puede tratar como cuando alguien amasa la arcilla, el pueblo toma conciencia de cada acción errónea porque le afecta en carne propia y llegará el día en que estallará si no se corrigen las cosas y buscará con su lucha una salida a lo que ya le es intolerable. Que conste.

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Comentarios

inhumano

2020-05-04 20:17:52

en un país de burros,donde el ci promedio no rebasa el 90 porciento, quien quieres que nos gobierne

Luz del mundo

2020-05-07 19:29:45

Antorcha,recuerdas quien le hacía el caldo gordo a los gobiernos depredadores por una corta¿?

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