Zeferino Ramos Nuño/El Sol de Nayarit
No es la primera vez que me refiero a este problema de nuestra Ciudad Capital; tampoco soy el único que se ha dado cuenta del inconveniente y los riesgos que trae consigo el desorden que provocan, no sólo los comerciantes ambulantes, sino los mismos comerciantes establecidos. Haciendo un poco de memoria, nos encontramos que, allá por el 33 Ayuntamiento de Tepic, encabezado por Raúl Mejía González (1993-1996), con recurso federal, sí, pero con voluntad de hacerlo, puso orden en el comercio ambulante que invadía las calles de Puebla y Veracruz, y los Portales de la Plaza Principal, los de la Calle Lerdo y, enfrente, los de Amado Nervo. Se abrió el Pasaje México, para albergar a esos puesteros. Se regularon los carritos de frutas y cañas, se mejoró la vialidad, ganamos en medidas higiénicas, limpieza de calles, etc.
Luego, con la presidencia del Ayuntamiento de Tepic, en manos de Don Justino Ávila Arce (q.e.p.d.), y con la idea de favorecer al proletariado, se dieron permisos para establecer en la Plaza Antigua, allá donde se cayó una vieja edificación por falta de mantenimiento, en la esquina de las calles Hidalgo y Zacatecas, a taqueros, vendedores de revistas, dulces y mil chucherías más.
Ambulantaje
rico filón para los fiscales del ayuntamiento. Recursos frescos diarios, tarifas cuyo importe no entra en las arcas de la tesorería municipal, como lo hiciera público, hace unos días, el regidor panista Juan Guerrero.
A propósito de la campaña del actual gobernador, se dijo con insistencia, que lo recolectado por los fiscales, tránsito municipal, etc. no lo enteraban a la tesorería del ayuntamiento, sino sólo una mínima parte, porque la mayor parte de lo cobrado, lo usaron en la campaña.
A pretexto de las fiestas decembrinas de Navidad, año nuevo y reyes, a petición de los líderes de la Cámara de Comercio, los comerciantes establecidos han tenido la autorización de la autoridad para sacar de sus locales, a las calles y banquetas, todo tipo de mercancías, con esto, si se llega a dar, harán más complicada la vialidad de los transeúntes y vehículos. Hay que recordar que ya se han dado en el pasado accidentes, con heridos y hasta muertes, de peatones que, por esquivar los obstáculos de las banquetas invadidas, obligan a los peatones a bajarse al arroyo de la calle. O los accidentes de quemaduras por el aceite hirviente de churreros y fritangueros.
Bueno sería que autoridades estatales y municipales se dieran a la tarea de reorganizar el ambulantaje: reordenarlo para que se acabe la obstrucción por churreros, fruteros, marisqueros, taqueros, hotdogueros, etc. Que los comercios establecidos no invadan con sus mercancías y colguijes las paredes y las aceras. Y, de paso, emprender la ordenación y distribución de las rutas del transporte público. No todas tienen por qué llegar al centro de la ciudad, y menos por las mismas calles: Puebla, Veracruz, Hidalgo, Zacatecas, Querétaro, Lerdo, etc.
Es una lástima ver el deterioro en que se encuentran los mercados públicos, donde deberían de estar muchos de los actuales comerciantes ambulantes. Como ejemplo de abandono y deterioro, están: El Z Larios, el Mololoa, el Morelos, el Amado Nervo y el mismo Juan Escutia; todos sub ocupados.
El ambulantaje, repito, como lo señaló Juan Guerrero, regidor, es el gran negocio para funcionarios y empleados del ayuntamiento, toda vez que no entran esos cobros a la caja de la tesorería; ingresos que deberían usarse para beneficio de la población.
LO QUE SON LAS COSAS
Si ahora, en estos días, está complicado el tráfico vehicular y peatonal en las calles céntricas de nuestra capital, ¿qué será el mes entrante? ¡Que dejen libre el arroyo de las calles para los vehículos, y las banquetas para los peatones!
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