* Llama la iglesia católica a boicotear el censo del INEGI por modificarles el nombre en los cuestionarios.
Por Emerson Leao/El Sol de Nayarit
Domingo, 23 de Mayo del 2010. 8:01:50 pm
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La iglesia católica anunció a través de su semanario Desde la Fe que realizará un boicot al Censo Nacional de Población que realizará a partir de la próxima semana el INEGI debido a que entre las preguntas "no es claro para la gente las opciones para definir su pertenencia a la iglesia católica en México".
En su gaceta, la iglesia acusó de manipulación y un debilitamiento estadístico de la iglesia católica, por lo que de no cambiarse la papelería del INEGI, en esta semana, harán un llamado a los fieles "capilla por capilla" a no participar en el Censo, debido a que "responde a intereses perversos e inconfesables".
Bajo el nombre de "censo tramposo" cuestionó el profesionalismo del INEGI y preguntó "si esto sucede con la pregunta para conocer el número de fieles en la iglesia católica romana ¿qué nos podemos esperar de rubros como el empleo, educación y pobreza?".
Para la Iglesia Católica en México el Censo está destinado al fracaso debido a la ausencia de una "apropiada metodología".
Acusó que el procedimiento pretende manipular el número de fieles, puesto que la papelería con la cual deberá contestar los mexicanos, presenta doce opciones "amañadas".
El semanario señala que en el registro de las Asociaciones Religiosas ante la Secretaría de Gobernación SGAR-1-92, la Iglesia Católica está registrada baja el nombre "Iglesia Católica Apostólica Romana en México, y que ahora el INEGI rasuró el apellido de nuestra Iglesia".
Indica que arbitrariamente se colocó el nombre de "Iglesia Católica Apostólica Romana Reformada" al lado de la anterior, cuando incluso, está ultima no aparece en el registro de Gobernación como parte del directorio de Asociaciones Religiosas en el año 2009.
El semanario refiere que el objetivo es disminuir estadísticamente a la Iglesia Católica. La jerarquía de esta religión en México asegura que el INEGI responde "ante malsanos intereses al no considerar la asesoría de las Asociaciones Religiosas involucradas".
Dice que a pesar del que el Instituto presume 115 años de experiencia en este Censo lo que se advierte es "ineptitud" en el mal diseño del cuestionario lo que garantiza de antemano "un solo resultado: el aparente debilitamiento estadístico de la Iglesia Católica".
A partir de estos resultados, lamenta que lo que se tendrá al finalizar el Censo 2010 serán cifras con las cuales "acérrimos enemigos de la Iglesia Católica tendrán en sus manos las esperadas herramientas para intentar restar fuerza a una Institución, que, pese a todo, continua manteniéndose como una de las más respetables y con el mayor número de fieles el país".
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