* Necesitamos reformas fundamentales para impulsar el crecimiento y el desarrollo sostenible de México.
Por Cesar Fragoso/El Sol de Nayarit
Miércoles, 26 de Mayo del 2010. 8:18:55 pm
Letra más grande
Alfonso Pérez Ochoa, Presidente de COPARMEX Nayarit, aseguró que aun mantienen su postura de exigir las reformas fundamentales para impulsar el crecimiento y el desarrollo sostenible de México, ya que dijo son indispensables para crear un país de oportunidades y mejorar la vida de los mexicanos.
Explicó que sin reformas estructurales, no se puede garantizar una estabilidad económica de largo plazo, por lo que urgen las reformas en materia política, fiscal, laboral y energética.
Reformas que eleven la competitividad, de lo contrario a partir del 2011 regresaremos a nuestros niveles tradicionales de crecimiento, inferiores al cuatro por ciento y a expensas de lo que ocurra en el exterior.
El líder empresarial comentó que la crisis de la cual no es privativa al país, plantea riesgos importantes para todo el mundo, claro indicador de que la economía global aún no está estable y además, dijo, porque ya se tomaron medidas de emergencia que tendrán efectos dolorosos en la población como el aumento de impuestos, recortes al gasto social y elevación de la edad necesaria para jubilarse.
De la economía nacional podemos decir que el tipo de cambio es flexible, la deuda pública es baja, el sector bancario está bien capitalizado, la recaudación está en crecimiento, la inflación está controlada y a la baja, y contamos con reservas de divisas por casi 100 mil millones de dólares, sin embargo, apuntó Pérez Ochoa, nuestro mercado interno sigue siendo débil y la mayoría de las empresas no exporta.
Pérez Ochoa por ultimo mencionó que bajo estas condiciones, México puede ser factor de la recuperación europea, el valor del intercambio comercial con la Unión supera los 59 mil millones de dólares anuales, pero puede ser mucho mayor, La clave es llegar a soluciones eficaces, coordinadas y justas, sin poner en riesgo la estabilidad económica del país y para evitar que sean los contribuyentes los que paguen el grueso de las pérdidas.
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