Francisco de León/El Sol de Nayarit
Sábado, 20 de Octubre del 2012. 4:26:57 pm
Letra más grande
Triste papel es el que hasta ahora ha desempeñado Héctor González Curiel, presidente municipal de Tepic, ya que solo se ha dedicado a realizar obras de relumbrón mientras que los verdaderos y graves problemas de la capital nayarita continúan causando estragos entre la población.
Más aun, pareciera empeñado es causar un grave daño a la ecología de Tepic, pues además de autorizar el derribo de árboles y construcción en zanjones, como el ubicado en la colonia San Juan que fue documentado por El Sol de Nayarit en días pasados, ahora autoriza el derribo de más de 50 árboles en un predio donde existían higueras de más de 300 años de edad, árboles de gran porte e importancia ecológica.
El llamado Torito, de manera inconsciente y a cambio de unos cuantos pesos, autorizó un permiso de construcción a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, y con ello el derribo de estos árboles que según los propios reglamentos del Ayuntamiento de Tepic, están protegidos.
En el predio, ubicado en Av. Insurgentes, donde anteriormente se encontraba el restaurante Cazadores y Pescadores, se construye una bodega de Waltmar - Aurrera, una empresa que se dice socialmente responsable, pero ampliamente contradiciendo ese concepto, en complicidad con el Presidente Municipal de Tepic, ya han terminado con la vida de más de 50 árboles, entre los que se encuentras Higueras, Benjaminas, Papelillos, Palmas y otras especies más que no se alcanzan a apreciar desde afuera.
De manera artera, la construcción de la bodega se realiza bajo el mayor sigilo y han dejado al frente árboles grandes para que no se aprecie el grave daño ecológico que han hecho en el interior y en detrimento de la ciudad de Tepic.
A Héctor González Curiel le preguntaríamos, cuánto cobró por autorizar la tala de árboles protegidos por los propios reglamentos de su Ayuntamiento, sin importarle siquiera el valor ecológico que representa.
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