* Es un acto abominable que ante los ojos de Dios es pecado: Rentería Alanís.
Por Emerson Leao/El Sol de Nayarit
Lunes, 16 de Agosto del 2010. 8:56:46 pm
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Categórico el rechazo de la iglesia católica a la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, luego de la resolución emanada de la suprema corte de justicia de la nación donde se les concede la venia para unirse en matrimonio, señaló el portavoz de la diócesis de Tepic, Rafael Rentería Alanís.
Explicó que lejos de tratarse de un asunto de orden legal o constitucional, los matrimonios entre personas del mismo sexo, es una moda mundial que se origino en países de primer mundo, donde se permitió que se dieran dichos regímenes entre iguales, no obstante la moda se propago a países del tercer mundo, llegando hasta México, donde se adopto el modelo y trascendió al debate, lográndose tipificar como un derecho legal.
Sin embargo, la iglesia católica no está de acuerdo aún cuando la SCJ lo haya aprobado, dado que las uniones no van acorde a los principios elementales con los que fueron concebidos hombres y mujeres, de ahí que se está violando un precepto natural de la concepción, ya que ni un hombre puede fecundar a otro, ni una mujer pueda fecundar a otra.
Rentería Alanís explicó que lo legal no garantiza lo moral, podrán ser legal las uniones entre personas del mismo sexo pero no será moral ante la sociedad ni los ojos de dios.
Si dios creó al hombre y a la mujer fue por una razón lógica, de lo contrarios todos seriamos iguales.
Es necesario reflexionar esta nueva disposición legal que confiere el estado mexicano a las personas del mismo sexo, más cuando está en riesgo la niñez al aprobarse la adopción, ya que no es un ejemplo moral que dos iguales críen a un niño o niña, que ejemplo se les estaría dando, el futuro social está en riesgo, dijo.
Un niño bajo la tutela de una familia de personas del mismo sexo no da un buen ejemplo, su desarrollo emocional, moral y ético se vería afectado al darse cuenta el niño que como está viviendo no es lo correcto, porque la palabra de dios dicta otra cosa.
De ahí que se requiere de un análisis completo de la situación por parte de la SCJ para garantizar la plenitud social en México y que las futuras generaciones de niños y jóvenes no sean disfuncionales solo por el hecho de que la ley así lo permite.
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