* Ahora que saben que tendremos grandes dividendos quieren dejar en la ruina al cañero mediante amenazas e intimidaciones: De la Cruz Romero.
Por Emerson Leao/El Sol de Nayarit
Luego de anunciarse una zafra histórica en Nayarit, los productores de caña de azúcar están siendo objeto de extorciones por parte de delincuentes que al saber que el pago de las liquidaciones será elevado y dará muchos dividendos, están ubicando productores para intimidarlos y obligarlos a través de chantajes y mentiras a que paguen cantidades exorbitantes de dinero a cambio de respetar su vida.
Al respecto, Candelario de la Cruz Romero, productor del ingenio el molino, denunció que el día de ayer recibió varios telefonemas donde le decían que si no pagaba la cantidad de 200 mil pesos lo matarían a él y a su familia.
Indicó que luego de ello procedió a informarle a sus compañeros productores de lo sucedido, a lo que dos de ellos dijeron haber sido objeto de las mismas amenazas en ejido de Tequepexpan.
De la Cruz Romero lamentó que ahora la delincuencia se aboque a querer dañar la economía del campesino mediante la extorsión, somos miles y miles de productores los que estamos en riesgo de caer en las manos del hampa, son años y años de esperar una producción como la de la zafra 2010 para que unos rufianes sin oficio ni beneficio pretendan llenarse las bolsas con dinero ajeno.
El entrevistado pidió a las autoridades policiales tomen cartas en el asunto, señalando que hay mucho productor que puede caer en el embuste y ser objeto de una extorción.
Es tarea de nuestro dirigente cañero, José Antonio Agosto Ramos, pues fue él quien echo las campanas al vuelo de que los productores de caña nos haríamos ricos de la noche a la mañana, de ahí que debe asumir su responsabilidad, puesto que nos puso en Charola de Plata para que los delincuentes voltearan hacia con los productores cañeros.
El productor refirió que en la actualidad están organizando un frente de información para evitar que sus demás compañeros caigan en las redes de los extorsionadores y que en cuanto sean objetos de una llama o un anónimo den parte a la autoridad competente.
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