* La información de tarjetas de crédito y cuentas bancarias son los principales objetivos de los ciber-delincuentes: Trinidad Zaldívar.
Por Emerson Leao/El Sol de Nayarit
El Comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), Ángel Trinidad Zaldívar alertó a la población para tener cuidado con la información que se brinda en la red (Internet), pues muchas veces las tarjetas de crédito son clonadas con información que se obtiene en Internet.
Detalló que existen muchos sitios en la red donde estafadores solicitan datos de las tarjetas de crédito de los usuarios para hacer mal uso de ellas, cometiendo fraudes que ascienden a cerca de 205 millones de dólares y que son robados diariamente con tarjetas que son copiadas.
Trinidad Zaldívar dijo que el fraude a través de tarjetas de crédito es el principal engaño que sufren adultos que utilizan Internet al comprar diversos productos y el mayor riesgo de perder el control de nuestros datos personales va creciendo, debido al uso exponencial de las tecnologías de la información, que facilitan la transmisión de los mismos a través de los procesos de interconexión.
El comisionado, dijo que "Hoy ya no se necesita ser un carterista, ni arriesgarse más allá para cometer un fraude", pues algunos especialistas calculan en 205 millones de dólares el monto del robo diario con el uso de tarjetas de créditos clonadas.
Empresas dedicadas al análisis de estos datos, dijo, han dado a conocer que 98% de la información robada tiene que ver con tarjetas de crédito; de ella, el 73% está relacionada con el número de seguridad, la fecha de expiración, el domicilio del particular y el pin.
"En la medida en que estamos más conectados a la web, se van perdiendo los mecanismos de control. Prácticamente hay mil millones de personas conectadas a la red, lo que significa que, sin proponérselo, podríamos estar en contacto con millones de usuarios, lo que hace al sistema más vulnerable", subrayó.
Por ello, dijo, es importante cuestionarnos quién tiene nuestros datos, cuándo y para qué los proporcioné; y saber hasta dónde pueden las empresas privadas tener datos de sus clientes.
"Todo esto, de manera separada quizá no pueda servir para mucho, pero al conjuntar los datos, puede permitir fraudes muy graves", concluyó.
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