Por: Gilberto Cervantes Rivera.
Presa de la desesperación porque sus dependencias federales no sirven para nada, el Presidente Calderón ordenó crear empleos emergentes con la finalidad de que la gente combata los incendios, frene la tala inmoderada de los bosques, pare a los vendedores de especies protegidas y denuncie a quienes contaminan el medio ambiente.
Nayarit, como todas partes del país, no es la excepción; taladores de nuestra propia entidad, junto con aquellos que furtivamente llegan de los estados vecinos, han logrado alterar el equilibrio ecológico; por decir algo: en Jala, Huajicori, La Yesca, El Nayar, Acaponeta y la sierra de Vallejo, la pasada temporada de lluvias, fue muy escasa en líquidos pluviales en esos lugares. En octubre terminó el temporal y de ahí hasta la fecha, ni una gota de lluvia.
Algo está pasando, pero el ojiverde Armando Zepeda Carrillo se quedó ciego, no ve nada; desde la comodidad de sus confortables oficinas, solo escucha el ruido del aire acondicionado; no pasa nada en Nayarit, para él no existe río Mololoa contaminado, rio de Zapotanito, de La Labor, parte de Acaponeta y Tecuala, Tuxpan río San Pedro, etcétera, etcétera, todo está muy bien, su cheque quincenal sigue llegando; seguramente Calderón ve de más, exagera la nota.
Pero no es ninguna exageración: dondequiera venden pericos, huevos de caguama. ¿De dónde viene el humo que entra por las noches a nuestras casas?, la contaminación la solapa el gobierno; ya no digas mentiras Zepeda, ponte a trabajar: asi lo dijo Avelino Ramos Parra.
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